Rompiendo mitos, el diseño de este ático de dos plantas para un soltero en Kiev, Ucrania, es tan emotivo como sofisticado. Proyectado por la arquitecta de interiores Yana Molodykh, rezuma color, diseño y mucho arte en sus 220 metros cuadrados. Los grandes ventanales conectan el interior con unas vistas impresionantes, gracias a la gran altura del edificio, alcanzando una panorámica del parque Natalka y la amplia bahía de Dnipro.
"El propietario del apartamento es un abogado de treinta y tantos años. Es una persona ocupada que pretendía evitar implicarse en cuestiones de diseño", explican desde el estudio. Por eso invitó a Yana Molodykh con la única premisa de crear un hogar acogedor para un soltero, que pudiera transformarse fácilmente en una cómoda vivienda familiar en el futuro.
Una reforma integral para aprovechar los espacios
"El trabajo comenzó con una comprensión arquitectónica del espacio: aunque el interior era bastante amplio, tenía una zonificación compleja e ilógica", aseguran en el despacho. Encajando en el espacio las estructuras portantes y los refuerzos estructurales del edificio, se creó una nueva distribución más dinámica. "En el nivel inferior se creó un corredor que conecta el vestíbulo de entrada, la sala de estar, el dormitorio de invitados, la cocina y un gran vestidor. Bajo las escaleras que conducen al segundo piso, hay una pequeña sala técnica con lavadora y utensilios para el hogar", detallan.
Paredes en tonos claros y madera, componen el lienzo sobre el que el estudio ha creado un interiorismo lleno de acentos de color, protagonizados por las espectaculares alfombras asimétricas que dan carácter a las estancias. Todo ello complementado con una cuidadosa selección de mobiliario vintage y arte contemporáneo, que elevan la atmósfera creando un espacio con mucho contenido emocional.