Solemos identificar una reforma con derribar tabiques y cambiar la distribución, pero no siempre un cambio a mejor significa embarcarse en grandes trabajos. Este proyecto de Nook Architects en el barrio del Poble-sec de Barcelona es un buen ejemplo de cómo a través de pequeñas intervenciones se puede conseguir un gran resultado.
Los propietarios de la vivienda ya estaban satisfechos con el programa habitacional, pero querían mejorar la funcionalidad y eficiencia energética. Para ello, los arquitectos han integrado el volumen anexo al de la construcción original y han encajado nuevos espacios de almacenaje cerrado. El pasillo se concibe ahora como el gran espacio de almacenaje de la casa, la cocina aumenta su espacio de trabajo y el baño se reorganiza para mejorar su funcionamiento.
Se ha añadido aislamiento térmico y acústico a la envolvente, así como persianas de aluminio orientables para regular la luz natural y la entrada directa de sol. Esto, junto a los nuevos sistemas de calefacción y refrigeración, permite mejorar el confort y reducir el consumo energético de la vivienda.