El proyecto se llama CMYK y se trata de la reforma integral de una vivienda ubicada en un edificio de 1917 en el madrileño distrito de Arganzuela. Pero después de conocerlo, nada hace pensar ni que sea pequeño, ni de principios del siglo XX. Es como un salto al futuro con tintes espaciales que pasa del blanco al verde, cyan o magenta solo moviendo espejos y creado nuevos volúmenes. Una fantasía obra del estudio Martín Peláez.