Próxima a la ciudad de São Paulo, esta vivienda se ha diseñado con la voluntad de abrirse hacia el exterior e interactuar con el entorno. Bajo esta premisa, el estudio Fernanda Marques Arquitetos Associados ha proyectado una construcción de largas y amplias líneas, con grandes aberturas que permiten una vista espléndida de sus alrededores, incluyendo un lago y un campo de golf cercanos. De 700 m2 de superficie, la casa con marco de acero sigue la forma del terreno. Toda la fachada está hecha a base de paneles deslizantes, combinados con pocos y refinados materiales como son la madera y la piedra que, junto con el vidrio, reafirman la esencia misma del proyecto.
Se ha prestado especial atención al diseño de los pilares de hormigón que otorgan al conjunto gran ligereza. Y en base a ellos se han configurado dos volúmenes claramente identificables. Por un lado está el principal, de naturaleza más social, donde se encuentra la sala de estar, la cocina y el dormitorio principal. Una zona diáfana, recubierta con techos y paramentos en madera de cumarú brasileño y presidida por una escultural escalera envolvente que comunica los diferentes niveles que presenta la vivienda. Y, por el otro lado, uno adyacente, de carácter más privado, en que se dan cabida cuatro dormitorios secundarios, todo ellos con baño.
La casa está diseñada con una transición perfecta entre los espacios interiores y exteriores, creando un flujo desde las zonas de estar hacia la piscina al aire libre y el jardín. El sistema de ventilación cruzada implementado en todo este área social, combinado con los cristales de apertura total de la fachada, crea una transición sin fisuras entre dentro y fuera. Asimismo, los grandes vanos aseguran una iluminación natural durante gran parte del día, integrando siempre la naturaleza a la arquitectura.