En el interior de la provincia de Tarragona, a escasos kilómetros de la costa y del Delta del Ebro, se alza un refugio que celebra la sencillez y el respeto por el entorno natural. En un terreno de bancales de olivos, tres pequeñas edificaciones autoconstruidas han sido cuidadosamente reformadas por Stefano Colli para crear una casa de campo perfecta para estancias vacacionales o escapadas de fin de semana.
El proyecto ha logrado mantener el espíritu original y anónimo del lugar, al tiempo que ha introducido muchas mejoras en cuanto a confort y diseño. La casa principal alberga la cocina, una sala de estar, un aseo y la habitación principal con su baño. En un anexo independiente se ubican dos habitaciones para invitados, que comparten un baño, mientras que un tercer volumen, algo apartado, se destina a la zona de servicio, con lavandería y almacén. Todo un oasis de tranquilidad en el que disfrutar de un amplio jardín con piscina de líneas modernas y limpias.
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