El apartamento reformado en Nueva York por Lucy Harris Studio es un refugio elegante en el barrio de Chelsea, con vistas impresionantes de Hudson Yards desde las (también impresionantes) ventanas de suelo a techo. Con una superficie de 139 metros cuadrados, el espacio se organizó en un plano abierto que integra la cocina, el comedor y la sala de estar, y cuenta además con dos dormitorios, dos baños, una oficina y un tocador.
El objetivo de este proyecto era crear un entorno acogedor, con una paleta de colores cálidos y muebles que fueran tanto estéticamente agradables como funcionales. "Nuestro cliente buscaba un espacio que ofreciera una experiencia sensorial relajante, un escape del bullicio de la ciudad", comenta Lucy Harris. Este enfoque se refleja en cada rincón del apartamento, donde texturas suaves y materiales naturales como el mohair, terciopelo, lino, mármol y latón dominan el ambiente, creando una atmósfera cálida y sofisticada.
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