Hoy la arquitectura industrializada abarca diferentes conceptos de construcción: deslocalizada, cuando se trabaja fuera del terreno a construir, prefabricada y modular. Aunque estas ideas puedan parecer algo de plena actualidad que genera likes a discreción en redes sociales y clics de lectores ávidos por este tipo de edificación, los primeros ejemplos más rudimentarios surgieron a comienzos del siglo XIX en Chicago, con las construcciones con bastidores de madera. A ellas les siguieron viviendas transportables para crear colonias de casas ligeras y fáciles de transportar en Inglaterra, la construcción de metal y vidrio de Joseph Paxton y las casas en kit de la compañía Sears Roebuck & CO. Más tarde, Frank Lloyd Wright creó un sistema de fabricación por partes para montar in situ. En la primera mitad del siglo XX, grandes nombres de la historia de la arquitectura aportaron sus creaciones en este sentido, como Le Corbusier, que realizó varios proyectos de viviendas industrializadas donde aplicó su idea de la 'máquina de habitar'; Walter Gropius también creó una vivienda totalmente modular; y Charles y Ray Eames idearon un modelo de Case Study House para vender por catálogo.
Pues bien, es el constructor, herrero, diseñador e ingeniero francés Jean Prouvé (1901-1984) el que se considera hoy en día como el pionero de la arquitectura industrializada y el que mejor llevó a cabo, en la segunda mitad del siglo XX, el ideal de este tipo de hogar "ligero y dinámico", como él mismo lo calificó.
Jean Prouvé fue un gran innovador y le gustaba experimentar con los espacios
La Galerie Patrick Seguin de París ofrece la muestra titulada 'Jean Prouvé. Maison Les Jours Meilleurs, 1956', una exposición inmersiva dedicada a esa 'casa de los días mejores' que expone el elemento principal de una vivienda industrializada del arquitecto y diseñador francés. En ella, destaca el núcleo de servicios portante un elemento cilíndrico que es el corazón del hábitat y aloja baño y cocina. Abierta hasta el 20 de abril, muestra un ejemplo de vivienda social que ideó Prouvé en pocas semanas como respuesta al llamamiento del abbé Pierre de Emmaüs, por el duro invierno vivido en París en el año 54 que incluso produjo fallecidos. La habilidad y la mente experimentadora de Prouvé le animó a terminar en pocos días la construcción de una innovadora casa de 57 metros cuadrados expuesta en el muelle Alexandre III en el 56 y que gracias a la realidad virtual se reproduce ahora en la galería. Este espacio galerístico (firmado por Jean Nouvel) cuenta con una de las colecciones más importantes de casas desmontables de Prouvé y está especializada en diseñadores y arquitectos franceses como el mismo Prouvé, además de Charlotte Perriand, Pierre Jeanneret, Le Corbusier y Jean Royere.
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