Hace ya cerca de un mes que Marruecos vivió un devastador terremoto con epicentro en la región del Alto Altas, a 80 kilómetros al sur de Marrakech. Una ciudad con cerca de 8000.000 habitantes que sufrió con intensidad la magnitud del movimiento sísmico, así como muchas poblaciones de los alrededores. El terremoto dejó cifras devastadoras, con cerca de 3.000 muertos. Y, también, cientos de miles de personas que necesitan refugio. Solo en Marrackech, se han registrado cerca de 60.000 viviendas dañadas.

Ante este panorama, se necesitan muchas ayudas y soluciones. Una de ellas, llega de la mano del arquitecto japonés Shigeru Ban, a través de la Red de Arquitectos Voluntarios (VAN) que el Premio Pritzker fundó en 1995 para organizar la ayuda en catástrofes en el ámbito de la construcción. Se trata de su Paper Log House, una casa prefabricada diseñada para proporcionar un refugio temporal a quienes lo necesitan con urgencia. 

 

El arquitecto Shigeru ban durante la presentación del prototipo en Marrakech el pasado 28 de septiembre.

La casa de tubos de papel, un refugio digno y sostenible

La Paper Log House se concibió por primera vez en 1995, tras el terremoto de Kobe, en Japón. Se trata de una construcción realizada con materiales reciclados y con un diseño sencillo para que pueda ser construido, aún sin tener mucha experiencia. Aún pensada para ser temporal, el arquitecto tuvo desde el principio la idea de que se tratara de una vivienda con una buena apariencia y con el aislamiento necesario para poder proporcionar unas condiciones de vida dignas y saludables.

Cimientos de cajas de cerveza recicladas, paneles de contrachapado y tubos de papel para la estructura y una lona en el techo, conforman la arquitectura sencilla de este refugio.

Además, todos los materiales están seleccionados para poder desmontarse y reciclarse con facilidad cuando ya no sea necesario su uso. Los cimientos de la casa prefabricada se componen de materiales reciclados: cajas cerveza llenas de sacos de arena, y se utilizan paneles de madera prefabricados para construir paredes entre las columnas de tubos de papel colocadas cada 1,2 m para minimizar el tiempo de construcción.

El techo está hecho de paneles de madera contrachapada y armazones de tubos de papel. Durante la construcción, las personas pueden trabajar a través de los agujeros cortados en los paneles de madera contrachapada, lo que permite un entorno de trabajo seguro sin tener que subir al techo. Además, tanto las paredes como el techo, cuentan con un aislamiento adecuado para mantener un ambiente cálido. El primer prototipo se construyó en el Instituto de Tecnología Shibaura de Tokio. En el caso de Marruecos, se ha construido en la Escuela Nacional de Arquitectura de Marrakech

 

La idea es que los materiales sean asequibles así como reciclables, con un diseño muy sencillo para que cualquiera lo pueda construir.

Un compromiso de más de 30 años

No es la primera vez que el japonés, desde su estudio Shigeru Ban Architects (SBA), con sede en Tokio, París y Nueva York, interviene en zonas de desastre. Son más de 30 años ofreciendo prototipos en zonas que han vivido catástrofes naturales, como Kobe, L'Aquila, Turquía y Haití. En todas ellas, ha ofrecido siempre soluciones de realojamiento temporal. Siempre utilizando materiales reciclados y asequibles.

Precisamente, su compromiso humanitario, medioambiental y ecológico, y su trabajo innovador con estructuras de madera, papel y bambú, fue lo más valorado al recibir el Premio Pritzker de Arquitectura en 2014, así como en los numeroso premios recibidos por este arquitecto comprometido con una innovación más sostenible y amable.