El año 1888 es la fecha que normalmente se fija como comienzo del Modernismo, porque los estilos individuales de Gaudí i Domènech i Montaner están prácticamente definidos. Domènech llega a esta fecha con una personalidad consolidada, como icono de la cultura (ha empezado a dirigir la "Historia del Arte", de la editorial Montaner i Simon) y como político (es el Presidente de la recién fundada Liga de Catalunya).
Domènech i Montaner es el autor de algunos de los edificios más icónicos de Barcelona, como el Palau de la Música, la Fundació Tàpies i, sobre todo, el Hospital de Sant Pau. Pero también firmó obra importante en más puntos de Catalunya, como Olot o Canet de Mar. Contrariamente a otros arquitectos del modernismo, Domènech i Montaner tendió, con el tiempo, a hacer edificios cada vez más ligeros, sin prescindir de su adorada ornamentación.