De bebé a adolescente: transforma su habitación
Te damos los trucos para revitalizar esa habitación que se ha quedado pequeña por el paso de los años
Como venía a decir Walt Disney, si de algo podemos estar seguros, es de que todo el mundo fue niño alguna vez. Después crecemos, nos enfrascamos en nuestros pequeños problemas del día a día, y casi que lo damos por olvidado… pero ¿quién no recuerda aquel juguete especial que llevaba a todas partes, o el aspecto de esa habitación en la que comenzó a dar sus primeros pasos? Etapas que se van cerrando con el paso de los años, y ante cuyo cierre suele surgir la pregunta de cómo actualizar esa habitación, cuando los niños comienzan a dejar de ser tan niños. Para que esa cuestión deje de resultar un problema, te facilitamos esta pequeña lista con algunos de los aspectos que deberías tener en cuenta cuando el turbulento aire de la adolescencia comience a soplar en casa.
Una nueva gama de colores
El primer paso para reconvertir una habitación infantil en juvenil, será sin duda replantearte la gama de colores adecuada que vas a querer utilizar. De los tonos pastel en azules, amarillos, verdes y rosas, característicos de las habitaciones de los más pequeño, lo ideal es que pases a combinaciones donde predominen colores más apagados y neutros, como grises, marinos, topos, lavandas o blancos. Tonalidades que deberás combinar en paredes y textiles, como cortinas, sábanas y edredones.
Hora de volver a pintar
Una vez decidida tu gama de colores, la acción que más te ayudará a darle un nuevo aire a esa habitación será la de pintarla de ese nuevo tono que ya has elegido. A la hora de hacerlo podrás ser más tradicional y pintar todas las paredes, o apostar por crear un espacio más dinámico y que aporte mayor sensación de amplitud. En tal caso podrás optar por destacar una de las paredes sobre otras, crear algún motivo original, o pintar todas las paredes, pero solamente hasta 2/3 de su altura, aproximadamente. Esta es una tendencia cada vez más en auge en decoración. Ya que al unir la parte superior de las paredes con el techo, se genera una mayor sensación de amplitud y se desmaterializan los espacios.
Renovar el mobiliario
Los niños crecen. Y con ellos la dimensión y la cantidad de su ropa, sus juguetes y toda una amplia variedad de pequeños tesoros. Por eso otro paso a tener en cuenta llegada la hora de reformar una habitación de estas características, será la de renovar su mobiliario. Colocar nuevas estanterías, una cama más grande y crear los suficientes espacios de almacenamiento, reformando tanto el exterior como el interior de los armarios, será primordial. Como ideas para este último caso, puedes barajar las opciones de unas nuevas baldas adaptadas para colocar zapatos, un altillo donde guardar lo que ya no se utiliza, o instalar pequeños cajones para complementos.
Crear un espacio para el estudio
En esa evolución hacia su madurez, los niños van dedicando cada vez menos tiempo a sus horas de juego, para dedicárselas a otras tareas, principalmente al estudio. Por esa razón será muy importante crear un buen rincón donde puedan hacer sus tareas y aprender con la menor cantidad de distracciones posibles. Un buen escritorio con una buena iluminación será para ello fundamental, y todavía mejor si puedes diferenciar espacialmente ese rincón. Para ello puedes recurrir a introducir alguna cenefa decorativa, un color diferente en la pared o colocar alguna pequeña estantería.
Un rincón para practicar aficiones
Una cosa que deberás cuidar es que, a pesar de que se estén haciendo mayores, los niños continuan siendo niños, y es bueno que sigan practicando esas aficiones que les están ayudando a madurar y a crear su propia personalidad. Por ello resultará esencial de que te cuides muy mucho de preservar ese pequeño rincón donde puedan seguir practicando sus aficiones, o tener a mano los materiales para hacerlo. Una zona donde dejar la guitarra o ese instrumento musical que están aprendiendo a tocar, la raqueta de las clases de tenis, o la bolsa de deporte de sus clases de baile o de taekwondo.