Un dormitorio vacío es como un lienzo blanco. Al principio asusta, luego llega la inspiración y finalmente se disfruta de un entorno confortable y tranquilo que influirá mucho en nuestro bienestar. Y es que para descansar bien hay que conseguir crear un entorno propicio para ello.
Probablemente sea esta la estancia más personal de la casa, aquella en la que somos nosotros mismos. Por eso es importante elegir un estilo decorativo que nos identifique y con el que estemos a gusto. Por otro lado, es importante tener claro cuáles son las necesidades que queremos cubrir, pudiendo diseñar un dormitorio con cama y poco más, hasta otro con butaca, escritorio o incluso vestidor.