Los cubículos de trabajo han llegado a su fin y se imponen el diseño inteligente, la fabricación sostenible y la durabilidad de los productos que, inspirados en la naturaleza, generan el mínimo impacto medioambiental posible. Para los expertos en la materia, el paisaje de la oficina actual es más flexible y consciente, porque importan las personas, la comunicación fluida y el planeta.
Un nuevo paradigma
Coworking, teletrabajo, biofilia, ecodiseño, hot desking. Estas palabras de nuevo cuño, que han llegado para quedarse en los entornos laborales, serían impensables hace menos tiempo del que parece. Las oficinas multicompartimentadas e hiperjerarquizadas han pasado a la historia.
El diseñador Naoto Fukasawa, que firma la serie A de sillas y escritorios para Kettal, afirma que "el concepto de trabajo de oficina y las relaciones jerárquicas están desapareciendo, y la nueva forma de trabajar será un entorno donde las personas puedan hacerlo en cualquier momento y en cualquier lugar". Para el japonés, la antigua idea de oficina dará paso a "un espacio más relajado para reunirse y trabajar".
Esta idea implica que el mobiliario se transforme; para Soledat Berbegal, consejera y directora de reputación de Actiu, significa "crear diseños atractivos e innovadores que ayuden a las personas a trabajar mejor, ya sea de pie, sentados o como quieran.
Además, deben ser productos que protejan el planeta y que, en la medida de lo posible, limiten los residuos y eviten los materiales perjudiciales para las personas, siempre desde la premisa de la economía circular". La ergonomía, el confort y la sostenibilidad son cualidades que ya se presuponen en el diseño.
Volver a la naturaleza
Las nuevas soluciones para los espacios de trabajo trascienden las cuestiones estéticas y se orientan a facilitar la interacción, socializar y compartir ideas, y hacerlo en un ambiente saludable, preferiblemente con luz natural e inspirado en el mundo natural.
El maestro Antonio Citterio, con 30 años a sus espaldas creando sillas para Vitra y autor del modelo ACX, el último lanzamiento de la firma, indica que ha sido testigo "de la irrupción de la naturaleza en los entornos de trabajo".
C Ronan y Erwan Bouroullec también llevan décadas ideando muebles de oficina para Vitra, como el sistema Joyn, que ha cumplido 20 años, o el sofá Abalon, inspirado en la concha del molusco homónimo, muy común en el lugar donde vivían de pequeños.
Para ellos "es vital crear piezas cómodas, que inviten a ser usadas y den libertad de uso. Abalon es un sofá ligero, tiene la naturaleza del cuerpo". Otro ejemplo es Ostoa, de Ander Lizaso para Akaba, un soft-seating con forma de hoja; prueba de que, hoy, la biofilia inspira y nos rodea.
Smart work
Sobre las oficinas del futuro, Alfredo Häberli, otro pope del diseño con tres décadas de trayectoria, piensa que en los últimos años "han surgido muchas nuevas visiones del área de trabajo, desde espacios abiertos a salones-oficina que ahora tendrán que adaptarse al contexto actual".
Para él, las incógnitas son infinitas porque las soluciones actuales "son temporales, nacidas de la necesidad". Acaba de ampliar su programa In Out Office para Andreu World con Monoplace, una propuesta que responde a la pregunta: "¿Cuál es es la unidad más pequeña donde puedo trabajar, leer o participar en una reunión?".
La respuesta la ofrece él mismo: "Se trata de un sillón con superficie de trabajo integrada, sobre ruedas para ser móvil. Un mueble así ofrece infinitas posibilidades y una libertad extrema, tanto para la mente como en la realidad", dice.
Además incorpora paneles, disponibles a dos alturas, que lo hacen más versátil y, a la vez, soluciona la acústica en espacios abiertos. "Estamos hablando de smart work", apostilla Häberli. Jesús Linares, CEO de Andreu World, añade que "In Out Office proporciona soluciones innovadoras para un entorno laboral que está en constante evolución".
En ese desarrollo, fabricantes y diseñadores buscan sistemas encaminados a mejorar la vida de las personas en el entorno laboral. Como indica Soledat Berbegal, "el foco debe estar en las personas y la vida, más allá de la ergonomía, el confort y la sostenibilidad".
Ella se refiere a diseños destinados a promover el bienestar, como las cabinas Qyos que Actiu presentó en la última edición de la feria Hábitat Valencia. Se trata de elementos aislados pensados para momentos que exigen alta concentración y privacidad, como brainstormings, reuniones de dos a cuatro personas o videollamadas.
En este sentido, el sofá Abalon de los Bouroullec también está ideado para acotar un rincón de intimidad porque "crea una partición natural para que cuando te sientes crees esa privacidad, pero no de una forma tan firme como otros sofás 'caja', como nuestro sofá Alcove. Lo hace de una manera más suave, más amable", comentan.
Diseño flexible
La implantación de nuevos modelos de trabajo, como el híbrido oficina/casa, ha favorecido una mayor flexibilidad en la concepción de los espacios. Algo que ya parecía vaticinar la serie Joyn de los Bouroullec para Vitra, una alternativa al escritorio fijo tradicional.
Según Soledat Berbegal, "habrá muchos entornos híbridos donde las personas podrán configurar y usar el espacio como les apetezca. Serán las personas y no el espacio quienes decidirán cómo debe usarse". Por ejemplo, Actiu cuenta con las mesas Mobility, elevables para trabajar de pie y sentado, en línea con el concepto de hot desking y de la necesidad de optimizar el espacio y los costes de la oficina.
También las hay abatibles, como las mesas Connect, de Andreu World, desarrolladas en colaboración con la firma Gensler; una característica que además permite guardarlas fácilmente cuando no se usan.
La iluminación también abraza la idea de flexibilidad gracias a soluciones inalámbricas o configurables, como Plusminus, de Stefan Diez para Vibia, una propuesta novedosa que reinventa el concepto de riel luminoso gracias a una cinta textil que lleva integrado el conductor eléctrico y permite fijar las luminarias libremente, creando soluciones de iluminación únicas in situ.
Trabajar hoy, pensar en el mañana
A esa mayor adaptabilidad de las áreas de trabajo y del mobiliario se une un factor clave surgido en las últimas décadas: un diseño que no piense en su impacto sobre el medioambiente nace fallido. Para Jesús Linares "es esencial crear productos que perduren en el tiempo".
Fabricantes y creadores tienen como objetivo promover la economía circular y minimizar su huella ambiental proponiendo diseños fácilmente desmontables y reciclables, hechos a su vez con materiales reciclados.
Naoto Fukasawa, con su colección para Kettal, piensa que "los materiales y la calidez de la luz tienen el efecto de cambiar radicalmente el escenario de la oficina. Hay una tendencia hacia los materiales sostenibles. La madera, el ratán y la cerámica son confortables y resultan naturales al ser humano en cualquier entorno".
Y añade: "En el futuro también se demandará algo parecido a los productos hechos a mano". Antonio Citterio refrenda lo anterior: "En comparación con la realidad de mediados de los años ochenta, la sostenibilidad y el coste final del producto se han convertido en cuestiones cada vez más importantes en la actualidad".
Sin duda, el mobiliario de oficina evoluciona hacia una mayor eficiencia para brindar mejores soluciones, más adaptabilidad a las personas y un menor impacto sobre el planeta.
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