Para haber hecho bandera de la discreción en sus inicios, el trabajo de Alberto Sánchez (1980) y Eduardo Villalón (1984) no ha pasado desapercibido desde que fundaran Mut Design en 2010. Se pusieron ese nombre que en valenciano significa mudo o chitón, y luego se enteraron de que en alemán también significa fuerza, valor, coraje, polisemia que ha definido a la perfección sus casi tres lustros de trayectoria.

Ambos se complementan bien: Alberto, licenciado en diseño por la Universidad Politécnica de Valencia, lleva la parte más creativa, y Eduardo, con experiencia en marketing –trabajó en publicidad durante cuatro años en una cadena de radio–, la parte más empresarial y de dirección artística. “Por eso Alberto confía mucho en mi criterio para saber si algo es comercial o no”, señala Eduardo.

Se conocieron por casualidad en octubre de 2008, empezaron a colaborar al año siguiente y dieron el pistoletazo de salida al estudio cuando consiguieron que Marva Griffin, creadora del Salone Satellite de Milán, les invitara a la edición de 2010. A partir de ahí se inicia una senda que les ha llevado a colaborar con marcas nacionales e internacionales–Expormim, GAN, Sancal, LZF, Ames, Bolia...–, con hitos como su visión del espacio doméstico para el proyecto Das Haus-Interiors on Stage de la feria imm de Colonia en 2020 o el pabellón itinerante de la capitalidad mundial del diseño de Valencia 2022 que se estrenó en el Madrid Design Festival de 2021.

Sillones Mut Design

Colección de asientos Coco, primera colaboración del estudio para la alemana Ames (2023). En la otra página, Alberto Sánchez (izquierda) y Eduardo Villalón, fundadores de MUT Design.

Mut Design

Preguntado por su estilo, Eduardo reivindica que “somos más atrevidos y menos conformistas. Una cosa es un proyecto personal de diseño coleccionable, como Bruto –la colaboración que hicieron en 2023 con la artista franco-mexicana Alina Rotzinger–, en el que tienes libertad absoluta, y otra un proyecto industrial, en el que el proceso está plagado de problemas y limitaciones. Aun así, siempre procuramos llevarlo a nuestro terreno”. Por eso, sus sofás son algo más que asientos, sus luminarias algo más que lámparas y sus alfombras algo más que textiles decorativos; en ellos hay funcionalidad, obviamente, pero también un punto de emoción y desenfado –mediterraneidad obliga–.

En el momento de hablar con Eduardo, en julio de 2024, se encontraban haciendo un stage en las Azores con artesanos locales dentro de la iniciativa RARA –Residéncia de Artesanato da Regiao dos Açores–, y planean un nuevo desembarco en el espacio Alcova del Fuorisalone 2025 –ya estuvieron en la edición de 2021– colaborando con una firma. No paran.