El mismo espíritu abierto y mestizo que ilumina sus creaciones para H&M Home habita la casa de Evelina, un espacioso apartamento situado en Vasastan, un céntrico barrio de Estocolmo donde todavía “se respira la sensación de comunidad”, nos dice con el orgullo de quien se siente a gusto en su vecindario. Esa vida que se repira en el barrio se transmite también al interior de su casa: “Me encantan las casas con vida, en las que se puede detectar el carácter de quien las habita, personas que disfrutan de su espacio, donde han desplegado todo aquello que les gusta y que aman, en el que se mezclan objetos vintage con otros modernos, piezas low cost con otras de alto diseño. Mi casa es así, un lugar lleno solo de cosas que amo, en el que puedo expresarme y ser yo misma”. A lo largo de los años, Evelina y su marido han coleccionado mobiliario mid century, piezas de grandes diseñadores como los Eames o Alvar Aalto, que combinan con hallazgos de época y objetos de H&M Home.

comedor

Juntos forman una “familia” que parece convivir armónicamente en esta casa desde hace mucho tiempo. El apartamento les gustó al primer golpe de vista. Su estilo y su amplitud espacial les parecieron tan adecuados para ellos que, después de adquirirlo, en su reforma han conservado más que renovado: aquí siguen el parquet de madera colocado en espiga, los antiguos armarios con puertas de cristal, la sólida carpintería... En cuanto a la distribución, prácticamente la han mantenido: “Hicimos más pequeño el baño, que era enorme, y creamos un espacio abierto entre el comedor y el estar”. Los colores que teñían las paredes no les gustaron, así que pintaron todo para empezar a diseñar su casa sobre un lienzo blanco. La pareja, por sus profesiones, está muy interesada en el diseño de interiores y conoce bien el oficio, por lo que prescindió de arquitectos o interioristas para crear su propio hogar.

h&m home

Mezclar estilos y épocas no es fácil, se necesita una especial sensibilidad para encontrar el equilibrio y conseguir un resultado armónico. La diseñadora tiene claro qué hacer al respecto: “Para lograr un equilibrio hay que utilizar modelos de los mismos tonos, con distintos estampados y texturas. O de diferentes tonos, con estampados o motivos similares.” Si coloca sillas diferentes en el comedor, todas tienen algo en común: son antiguas, de madera, con patas y respaldos torneados, como si los artesanos que les dieron vida pertenecieran a la misma escuela de ebanistas. El orden es otro de los factores que tiene en cuenta Evelina, quien a pesar de que vive rodeada de objetos que colecciona, como muebles, piezas de vidrio y cerámica, libros y obras de arte que le apasionan, no soporta el desorden ni el exceso. Todo en su justa medida, para que una casa no se convierta en un escaparate y pueda mantener esa “vida” que ella reivindica, no solo para su hogar, sino para todos. No en vano, Evelina nos ayuda, con su trabajo, a “crear hogar”.