Situada en el Golfo de Finlandia, en el corazón de la región del Báltico y conectando los puntos culturales entre Escandinavia, Europa Central y Oriental, se encuentra Estonia, un país que está de moda. Además de ser Tallín la Capital Verde Europea, el país báltico celebra el Año de la Sauna. La antigua república soviética es un destino cada vez más recurrente entre quienes quieren conocer su legado arquitectónico y el histórico que los países que la conquistaron fueron dejando en él.
La capital del país forma parte del selecto club de las ciudades más bonitas de Europa por numerosas razones. La belleza del casco antiguo medieval que conserva la ciudad es uno de los motivos. En la ciudad merecen una visita tanto la Casa del Diseño como la Terminal de Cruceros del Puerto de Tallin, ambos son reflejo de la profunda conexión entre la creatividad y la identidad estonia. Son un testimonio vivo de cómo el país lleva su legado histórico al futuro, utilizando la arquitectura y el diseño como puentes entre el pasado y el mañana.
Un legado de innovación
El Barrio Rotermann en Tallin, situado entre el casco antiguo, el puerto y la plaza Viru, destaca por su relevancia histórica. Hace casi 190 años, en el siglo XIX, este enclave era un punto de cruce clave de carreteras hacia Tartu, Narva y Pärnu, además de ser el centro oficial de la ciudad. Hoy el barrio se ha transformado en un espacio urbano con arquitectura única, donde antiguos edificios industriales abandonados se hanconvertido en ejemplos únicos de la arquitectura moderna.
Este barrio acoge la Casa del Diseño de Tallin, un espacio multifuncional ubicado en un edificio emblemático que celebra el legado de diseño de Estonia y promueve la colaboración creativa e interdisciplinaria.
La naturaleza y el diseño en Maidla
En el itinerario no puede faltar una visita a las tres Villas Naturales de Maidla, cuya construcción representa un paso audaz hacia la sostenibilidad y la armonía con el entorno. Sus diseños contemporáneos encuentran inspiración en la belleza natural y proporcionan a los visitantes un espacio donde la arquitectura y la naturaleza convergen en armonía.
Naturaleza y arquitectura en el Centro Arvo Pärt
En Laulasmaa, un pueblo costero a unos 35 kilómetros al oeste de Tallin, se encuentra el Centro Arvo Pärt, un tributo al ilustre compositor estonio que ofrece un ambiente propicio para la reflexión y la espiritualidad. En su diseño, la simplicidad y la profundidad emocional se fusionan con la arquitectura, creando un espacio que conecta la creatividad con la esencia humana.
Los arquitectos responsables de esta innovadora obra son los españoles Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, en colaboración con el estudio de arquitectura estonio Luhse & Tuhal. Su inspiración provino de la música de Arvo Pärt, conocida por su silencio y geometría, lo que resultó en la creación de un equilibrio armonioso entre la arquitectura moderna y el entorno natural que le rodea.
Un encuentro entre épocas
Testigo de la evolución de la nación a lo largo de los años el Museo Nacional de Estonia conecta el pasado y el presente. Su diseño contemporáneo entrelaza la historia y la cultura al mismo tiempo que captura la esencia de Estonia.
Elogio a la estética industrial
La galardonada Terminal de Cruceros del Puerto de Tallin es un canto a la estética industrial y al ingenio del país. Reconocida como el "Edificio Estonio de Hormigón del Año", esta terminal muestra la capacidad de Estonia para transformar la funcionalidad en arte, demostrando su compromiso con la excelencia arquitectónica.