La decoración de las paredes es una de las cosas que más nos preocupa a la hora de diseñar los interiores de una casa. Los muros con pocos elementos y sin ideas innovadoras no están vigentes en las nuevas construcciones. De todas las extensiones verticales de un hogar, la que más atención tiene es la de la cama. Se suelen poner cuadros, espejos, estantes... pero un clásico que nunca falla es el tradicional cabecero.
Una de las figuras más destacadas del clan Preysler, Ana Boyer, nos enseña cómo ha decorado la pared de su cama con un cabecero que desprende un estilo atemporal y vintage. Tiene una estética muy sencilla, que combina con todos los muebles y detalles que conforman el dormitorio, sin ser de color blanco. El modelo que nos muestra la madrileña es una gran elección para diferentes tipos de ambientes que se inspiran en la esencia grandmacore.
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El cabecero clásico y combinable de Ana Boyer
El estilo clásico es una de las tendencias que nunca pasan de moda. En los elementos que conforman el dormitorio, esta estética cumple con las finalidades de ser decorativa y funcional, ya que suele estar compuesta por piezas que facilitan el estar en el espacio. Ana Boyer nos demuestra que la esencia vintage muy 'de la abuela' puede estar en ambientes modernos, sobre todo con unos elementos que centran todas las miradas, como los cabeceros.
El modelo de la hermana de Tamara Falcó sigue con el diseño más tradicional, con un entramado de botones pequeños y metalizados que decoran su contorno. Tanto esta particularidad, como la forma curvada de su parte superior, nos hace pensar en los míticos cabeceros robustos y genuinos que tenían nuestras abuelas en casa.
Sin embargo, su característica principal es que su acabado no es ni blanco, ni beige, ni gris; los colores más recurrentes para estas piezas. El cabecero tapizado es un marrón oscuro -que casi pasa por negro-, razón por la que es el principal aclamo de la estancia. Sigue con una de las corrientes de esta temporada, que es integrar los tonos oscuros en el mobiliario. En este caso, los matices más novedosos se incluyen en la textura tapizada que le cubre y contrasta con las tonalidades suaves de las paredes. La forma curvada de su parte superior
El dormitorio contemporáneo de Ana Boyer
El resto del dormitorio va perfectamente a juego con el cabecero. La zona de descanso cuenta con una cama de canapé y un banco que combina con el tono oscuro de su diseño gracias a las bases de su estructura. El contraste lo otorga los tonos claros de la funda nórdica y el tapizado del asiento.
Por otro lado, el tacto de la alfombra tiene cierta similitud con la pieza, por lo que las texturas consiguen una buena sintonía entre sí. En una zona más diferenciada, Ana Boyer cuenta con un sillón gris y un puf reposapiés, que se distingue del resto de la estancia por su estilo más sobrio.
Otros caberos oscuros y de diseño para sumar estilo al dormitorio
De madera
El diseñador Enrico Cesana, para Alf DaFré, ha creado un cabecero con una de las tendencias que más está arrasando este año, como es la madera oscura. El modelo es muy extenso y se adapta a la perfección en paredes muy amplias. Cuenta con unas baldas incorporadas que hacen la función de mesita de noche.
Combinación de formas
La unión del negro, con tonos neutros más suaves, como el gris, hace que el dormitorio obtenga lo mejor de cada color. El cabecero hecho por el diseñador Alessio Giovannetti, para Duomo Design, tiene una gran estructura oscura y firme, con una forma cuadriculada que aporta mucha contemporaneidad al ambiente. Tiene diversos panales tapizados, con una textura muy cálida, que contrastan con la base de aluminio.