El estudio de arquitectura y diseño FMA tuvo claro que la premisa de partida tenía que ser "respetar la arquitectura del lugar, interviniendo los interiores de manera sutil, logrando una propuesta atemporal que se sume a las capas históricas del inmueble. La selección de materiales sería esencialista, integrando suelos de madera y recubrimientos de cemento pigmentado en los muros", tal y como cuenta. Así es como nació el restaurante Josafat Zalapa, de la idea de crear una atmósfera disruptiva al momento de sentarse a comer, inspirándose en la palabra japonesaOmakase, cuyo significado es algo así como "confío en ti" o "la elección del chef". A través de una experiencia única, el comensal es llevado por un recorrido gastronómico, en donde se involucra en la experiencia al presenciar la preparación de sus platillos.
Fusión de conceptos
En en el corazón de la ciudad de Morelia, dentro de una casona del siglo XIX, donde emerge este oasis gastronómico que combina los orígenes culinarios de la cultura mexicana con conceptos orientales en tan solo 75 metros cuadrados. La experiencia del usuario comienza desde el acceso al inmueble histórico, donde son bienvenidos por un pasillo y una galería, rematando hacia un claustro que muestra diversas obras en su perímetro, mientras que al centro una pieza escultórica con vegetación muerta, hace alusión al paso del tiempo del edificio.
El proyecto consiste en dos salas adosadas al claustro flanqueado por elementos arquitectónicos de estilo barroco. El espacio principal alberga una barra de carácter escultórico, con 20 sillas de autor, mientras que a un lado se muestra "sutilmente" una segunda sala con un bar. "Al adentrarse uno al restaurante, se observa que los grandes muros de cantera resguardan en su interior al protagonista del proyecto: una barra alargada, donde los usuarios se colocan alrededor del chef, preparándose para la escena culinaria".
El concepto de la barra enfatiza aún más los platos preparados por el chef, mientras que la luz indirecta que se encuentra al borde del suelo, enmarca a los muros de cantera preexistentes, "resaltando aquellas capas de historia que se han dejado a lo largo del tiempo y rescatando su valor arquitectónico".
Pasado y contemporaneidad
Mediante el diseño de interiores, el proyecto genera un equilibrio entre la arquitectura del pasado y los elementos contemporáneos expresados en el mobiliario, decoración y materiales, logrando de esta manera una atmósfera introspectiva, elegante y sobria.
"Durante la intervención, se enfatizó el diseño de la iluminación y la integración de mobiliario, es por ello que se diseñaron cada uno de los elementos, desde las lámparas lineales que acompañan a la barra, hasta las sillas dónde el comensal va a degustar sus alimentos".