Si queremos una casa atractiva, nada como una buhardilla. Estos espacios que habitualmente estaban destinados a los trastos y a los muebles viejos tienen más potencial del que crees. Dormitorios, espacios de trabajo, dormitorios infantiles y hasta comedores y salones desde los que contemplar un cielo estrellado hacen de las buhardillas lugares con magia. El avance de los últimos años en aislamiento térmico, además, hace que resulten igual de cómodas en todas las estaciones del año y que en su interior no se perciban, apenas, los cambios climáticos. Además, al encontrarse en la parte alta de la casa, son también el lugar más protegido de los ruidos.