Los colores son importantes en la sensación visual de un espacio porque nos transmiten mensajes y comunicación a nivel sensorial. Elegir el color adecuado no se ciñe solo a una cuestión de gustos o de seguir las tendencias. "El color transforma la percepción, afecta el estado de ánimo y tiene el poder de potenciar la funcionalidad de una habitación. Se debe cuestionar lo que realmente se necesita en cada espacio y cómo lograrlo", explica la interiorista Meritxell Ribé, al frente de The Room Studio, que nos da las pautas para crear ambientes que resuenen con la esencia de los habitantes.

 

Recuerda que puedes buscar nuestro canal de WhatsApp de Arquitectura y Diseño y darle a seguir o bien acceder directamente mediante este enlace.

1 /8
cocina azul
Mauricio Fuertes | Proyecto: The Room Studio

El propósito antes que la moda

"El color debe servir al propósito del espacio. La cocina no es una extensión de la sala y la oficina en casa no debería sentir la calma de una habitación. Debemos preguntarnos: ¿Qué energía queremos que emane este espacio? Para un lugar donde se necesita concentración, como una oficina, los colores neutros pueden ser más adecuados,  pero para un rincón inspirador, ¿por qué no atreverse con un tono inesperado?

La moda en colores puede ser tentadora, pero el color debe responder al propósito y no solo a la estética.

Las tendencias cambian, y lo que hoy es 'el color del año' en pocos meses puede perder su encanto. Sin embargo, el propósito de cada espacio, como lugar de descanso, creatividad, o trabajo, se mantiene constante. El color no solo embellece; también define la intención del espacio y contribuye a crear su carácter y funcionalidad a largo plazo".

armario burdeos
Meritxell Arjalaguer | Proyecto: The Room Studio

Cuestionar las ideas de los colores 'relajantes' y 'energizantes'

"Los tonos suaves como los azules y los verdes se asocian a la calma, pero lo importante es cómo ese color nos hace sentir. Tal vez un gris profundo relaja más que un beige claro, o un tono mostaza nos llena de energía. Elegir en función de cómo un color afecta a nuestras emociones, no de lo que se espera que genere en general.

La psicología del color nos da pautas generales sobre los efectos de ciertos tonos, pero en la práctica, cada persona tiene una percepción única de los colores. La clave es no quedarse en la teoría, sino entender que nos produce un color determinado.

Experimentar con colores que nunca hemos considerado puede hacernos descubrir diferentes emociones nuevas. Es fundamental atreverse a romper con las normas y explorar cómo diferentes colores pueden influir en tus emociones. El color, en lugar de limitarse a las normas, debería ser una invitación a explorar nuestra propia relación con el entorno".

Rincón en rosa
Meritxell Arjalaguer | Proyecto: The Room Studio

El color base, nuestra ancla

"Cada espacio debe tener un ancla, una base de color que oriente el propósito de ese espacio. Si buscamos relajación, podemos seleccionar una paleta base y añadir una variante más intensa en detalles como cojines o textiles, para generar una conexión visual sin sobrecargar. Un solo color, si se usa con profundidad en diferentes tonalidades y texturas, puede tener mucho más impacto que una mezcla de colores dispersos.

Al elegir un tono base que define el tono general, se establece una referencia que le da coherencia y equilibrio al espacio. Desde esta base, podemos añadir toques de contraste o detalles que generen movimiento sin saturar la atmósfera. Por ejemplo, un espacio diseñado en tonos verdes suaves puede adquirir profundidad con acentos en verde más intensos en cojines, alfombras, cuadros o complementos".

Este ancla no debe ser necesariamente el tono dominante en la paleta, sino el color que mejor representa el espíritu del espacio. Un color tiene que trasmitir una idea o una emoción específica, es entonces cuando se convierte en la referencia para todo lo demás.

Mesa redonda
MAURICIO FUERTES /PROYECTO THE ROOM STUIDO

Escuchar a la luz, no solo a la pintura

"El mismo color se ve diferente en función de la luz, así que antes de tomar decisiones, tenemos que probar cómo cambia el tono con la iluminación natural y artificial de cada momento del día. El color perfecto es aquel que evoluciona con la luz del espacio, ajustándose a las horas y actividades sin perder su esencia.

Un color no es una entidad fija, se transforma en función de la luz que recibe. La luz natural cambia durante el día, y un tono que se ve fresco por la mañana puede lucir mucho más cálido al atardecer. Esto es especialmente importante en espacios que se usan tanto de día como de noche, como el salón o la cocina.

La luz puede hacer que un color frío se vea mucho más cálido y viceversa. Esta interacción entre luz y color es clave para crear un espacio armónico. Pensar en la luz como el 'otro ingrediente' puede hacer que un color cobre vida o que pierda su esencia".

salo´n paredes azules mauricio fuertes
Mauricio Fuertes | Proyecto: The Room Studio

Romper la rutina

"Muchas personas eligen tonos neutros en los dormitorios porque creen que solo estos colores aportan calma y descanso, pero esto es un mito que vale la pena cuestionar. Colores oscuros como un azul profundo o un verde oscuro pueden crear un entorno envolvente que facilita el descanso al bloquear la luz y reducir el estímulo visual. Lejos de hacer que la habitación parezca pequeña o fría, un tono oscuro bien escogido puede hacer que el dormitorio se sienta íntimo y acogedor. La idea de que solo los colores claros son calmantes es, simplemente, una cuestión de costumbre.

Si decidimos usar un color oscuro tendremos que complementar con texturas y materiales que añadan calidez, como madera o tejidos naturales. Esto evitará que el espacio se sienta opresivo y, en cambio, realzará una sensación de refugio. Un dormitorio no tiene que ser blanco o beige para ser calmante, el color oscuro, aplicado con equilibrio, puede ser un gran aliado para desconectar del mundo exterior".

baño con color
Mauricio Fuertes | Proyecto: The Room Studio

El contraste para dar energía

"El contraste en el diseño no solo añade interés visual, sino que también impacta la energía de un espacio. Los tonos contrastantes como el azul y el naranja generan tensión visual que estimula la mente. Un estudio o una oficina en casa pueden beneficiarse de esta vitalidad que el contraste aporta. Elegir combinaciones que no solo sean estéticas, ayudan a mantenerse activo y enfocado.

Al diseñar un espacio para trabajar, podemos combinar colores opuestos o inesperados. Un verde profundo con toques morados o un azul oscuro con mostaza son combinaciones que agregan frescura sin ser excesivamente estimulantes. El objetivo es crear un entorno visualmente dinámico, que nos mantenga alertas y creativos, sin caer en un diseño abrumador".

2
Meritxell Arjalaguer | Proyecto: The Room Studio

La percepción del espacio

"Los colores pueden hacer que un espacio se sienta más amplio o íntimo. El color puede transformar la percepción del tamaño y la forma de un espacio. En un espacio pequeño, muchas personas optan por tonos claros para dar una sensación de amplitud, pero un color oscuro bien utilizado también puede generar profundidad y carácter. Por ejemplo, un pasillo estrecho puede beneficiarse de un tono oscuro en las paredes laterales y un color claro en el techo, creando un efecto visual de expansión.

Los tonos cálidos y oscuros aportan una sensación de acogida y dan al espacio una escala más humana. No tenemos que limitarnos a las reglas convencionales sobre los colores y el tamaño de los espacios; el verdadero diseño disruptivo se encuentra en atreverse a explorar posibilidades nuevas y personalizadas".

baño de color
MAURICIO FUERTES | PROYECTO: THE ROOM STUDIO

La personalidad, nuestra mejor guía

"Finalmente, el color debe reflejar la esencia de quienes habitan el espacio. Haz que la personalidad hable a través de los colores. Personas con un espíritu vibrante, no deberían elegir colores apagados solo porque 'son elegantes'. Tenemos que salir de nuestra zona de confort, porque los espacios que realmente nos enamoran son aquellos donde el color se convierte en una extensión de nuestra identidad.

Un espacio sin personalidad es solo una caja bien decorada, pero un espacio donde el color refleja la esencia de sus habitantes se convierte en un hogar con alma".