Estamos acostumbrados ya a la tendencia del 'open concept' en comedores, salones y cocinas: la eliminación de paredes y barreras físicas que tradicionalmente dividían estos espacios se ha impuesto. Este enfoque, que busca un espacio más amplio, luminoso y conectado, llega ahora a los dormitorios. Las estancias, probablemente más privadas de la casa. Así, empezamos a ver cómo el área de dormir se abre al vestidor, al baño y a otros rincones multifuncionales, transformando por completo la atmósfera de las habitaciones.

Parece una tendencia arriesgada, pero no deja de ser la ruptura de una barrera casi psicológica. Al igual que parecía imposible que la cocina se abriera por completo al salón, la realidad es que el dormitorio también puede ser un espacio fluido y abierto sin perder el concepto de refugio. Y hay muchas maneras de hacerlo. 

 

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Baño abierto al dormitorio

El baño conectado al área de dormir a través de cristaleras, y con la posibilidad de unas cortinas para ganar privacidad, es una de las soluciones más populares de concepto abierto en los últimos tiempos que favorece la entrada de luz natural. 

Julia Yakubyshyna

Dormitorios con baños integrados

Uno de los ejemplos más comunes del open concept en dormitorios es la integración del baño en el área de dormir. En lugar de tener un baño separado, los diseñadores optan, cada vez más, por incluirlo como parte del dormitorio, utilizando elementos como mamparas de vidrio, medias paredes o incluso dejando el área completamente abierta.

Esto no solo facilita el acceso y la funcionalidad sino que consigue una de las grandes ventajas del 'open concept': amplía visualmente el espacio. Al eliminar puertas y paredes, se crea un espacio más amplio y una percepción de mayor libertad. Esto es especialmente beneficioso cuando disponemos de una habitación de tamaño reducido, en la que cada metro cuadrado es totalmente imprescindible. 

Dormigorio con cortinas blancas y puertas correderas de color dorado

Unas puertas correderas dan acceso al baño de este dormitorio abierto, en el que la paredes no llegan al techo, favoreciendo la amplitud y la entrada de luz natural.

Prue Ruscoe

Uso de materiales y elementos divisores

Para mantener una cierta privacidad y definir áreas específicas dentro del dormitorio abierto, se pueden utilizar materiales y elementos divisores como cortinas, biombos, estanterías abiertas o paneles deslizantes. Estos elementos no solo cumplen una función práctica, sino que también añaden un toque estético y decorativo al espacio.

Pero, la gran ventaja, es que nos permiten conseguir una mayor cantidad de luz natural que las paredes y puertas. Si abrimos el espacio, la luz fluirá libremente por todo el espacio, creando un ambiente más acogedor y saludable.

 

reforma de piso por la interiorista Barbara Aurell en Barcelona

Sin separación total entre baño, dormitorio y vestidor, esta habitación mantiene conectados los espacios al tiempo que los divide.

Proyecto Barbara Aurell

Vestidores abiertos

Otra aplicación muy popular del 'open concept' es crear un vestidor abierto. Al eliminar las puertas y paredes del armario, se crea una transición fluida entre el área de dormir y el vestidor. Este diseño permite una mejor organización y visibilidad de la ropa y los accesorios, convirtiendo el vestidor en una parte integral de la decoración del dormitorio.

 

Dormitorio abierto con cama en el centro blanca, armarios de madera natural, taburete de maera, asientos en negro

Una cama en un amplio espacio donde todo está conectado y se deja lugar a la multifuncionalidad.

Norbert Tukaj

Espacios multifuncionales

Si algo ha cambiado en nuestras casas es la necesidad de tener espacios multifuncionales para poder realizar todo tipo de actividades, y esa es otra de las ventajas añadidas que nos trae el 'open concept'. Un espacio abierto permite una mayor flexibilidad en la disposición de los muebles y la decoración, facilitando cambios y adaptaciones según las necesidades y preferencias de cada momento.

Y es que, hoy en día, los dormitorios no son solo para dormir; se convierten en espacios multifuncionales que incluyen una zona de trabajo, un rincón de lectura o incluso un área de ejercicio. El open concept permite que estas diferentes funciones coexistan de manera armoniosa, sin divisiones estrictas que puedan limitar el uso del espacio.