Si alguna vez has tenido una librería en casa, compartirás con nosotros que pocas cosas hay más satisfactorias que recorrer sus estanterías buscando algún libro que hace tiempo que leíste y te apetece volver a hacerlo o recorriendo los títulos de tus autores preferidos. Por otro lado, una de las grandes ventajas de instalar una librería a la medida en casa es cómo personalizan el espacio, cómo se convierten en un elemento protagonista de la decoración por sencillas que sean. Más allá de eso, hay cuestiones funcionales y estéticas que se deben tener en cuenta. Nosotros hemos hablado con las expertas del estudio Reformmia para saber qué recomiendan.
Es fundamental que una librería a medida sea visualmente ligera
Ligereza y resistencia son dos de las claves a la hora de diseñar una librería a medida en casa. "Esto se puede conseguir marcando la horizontalidad de las baldas, retranqueando los apoyos verticales y no cerrando los laterales", apunta la arquitecta Mamen Iglesias, socia de Reformmia: estudio especializado en reformas que ha ejecutado algunas librerías en las viviendas que ha renovado. Además, Iglesias también menciona que el acabado es muy importante. El DM, por ejemplo, está entre los más habituales y versátiles, ya que se puede luego pintar o lacar como se desee, aunque el metal añadirá un estilo industrial muy original. "Los tonos neutros siempre son un acierto y visualmente aligeran el espacio", dice la arquitecta.
Las medidas de una librería a la medida y el uso que se le va a dar son importantes
"Tener muy claras las medidas y el espacio en el que se va a ubicar es fundamental. No es lo mismo una estantería para un salón, que para un despacho o un distribuidor". Además, hay que saber qué uso se le va a dar; "si se van a almacenar objetos o libros, y cuánto pesan, para diseñar y calcular el grosor de las baldas y los apoyos necesarios".
Piensa cuántas estanterías quieres, de qué altura –como norma general, 30 cm de altura y 25 cm de profundidad son más que suficientes para que quepan los libros–, y si las prefieres abiertas o te encaja mejor una librería empotrada. También es importante que todas las baldas resulten accesibles en la medida de lo posible. Destina las más altas para libros que se leen menos o algunos objetos decorativos que hará falta limpiar, pero que no es imprescindible que estén a mano. En los estantes bajos pueden estar los libros u objetos más pesados, aunque una balda de 3 cm de grosor es más que suficiente para soportar el peso de libros u otros objetos.
Librerías modulares: ¿sí o no?
En el caso de Reformmia, no tienen ninguna duda y apuestan por librerías modulares. Así lo han hecho en tres recientes reformas en dos pisos en Madrid; concretamente en Chamartín, Diego de León y el barrio de Imperial. "Este tipo de estanterías son muy prácticas, ya que permiten modificar el número y alturas de las baldas, y evolucionan a la vez que lo hacen las necesidades de los usuarios", comenta Iglesias.
¿Qué ventajas tiene diseñar una librería a la medida en casa?
Sobre todo, una librería a la medida transformará el espacio en el que se encuentre, ya sea un salón o, como en este caso, una zona de paso. Piensa siempre en la librería como si fuera un objeto decorativo. Fíjate en este pasillo de un piso en Madrid. La librería lo cambia todo y pasa de ser un simple espacio de paso a un lugar bien decorado en el que detenerse. "Al colocar la estantería en el distribuidor se consigue dar un uso más a ese espacio", corrobora la arquitecta.