Cuestiones como la estética, el mantenimiento y la facilidad de limpieza, la instalación o el espacio deben considerarse a la hora de elegir el tipo de lavabo que mejor encajará en el baño. Entre un lavabo suspendido y un lavabo de pie hay diferencias evidentes. En un aseo, cuyo uso es más esporádico, un lavabo monobloque puede poner una nota singular muy interesante. En el baño principal, seguramente la mejor opción será optar por un lavabo suspendido al que, desde luego, deberíamos añadir espacio de almacenaje. Le hemos preguntado a la interiorista Rosa Pérez Lucas, cofundadora junto con el arquitecto Massimiliano Claps del estudio Impatto, por algunas de las ventajas y desventajas que ve ella en ambos modelos. ¿Hay alguno que le guste más? Sigue leyendo…

Lavabo suspendido en un piso en Nueva York.

Lavabo suspendido en un piso en Nueva York.

Max Burthalter

Lavabos suspendidos: perfectos para baños pequeños

Empezamos por los lavabos suspendidos, que cada vez están más de moda en el baño; especialmente en cuartos de baño pequeños porque se aprovecha mucho mejor el espacio y visualmente consiguen que la sensación de amplitud sea mayor. Para Pérez Lucas, su única desventaja es que "requieren de una instalación algo más compleja, especialmente si se deben instalar en paredes de pladur, que pueden necesitar de refuerzos adicionales". En todo caso, la experta también apunta que es más fácil limpiar el suelo, así como que se pueden encontrar "diseños con almacenaje adaptado al espacio con el que se cuenta".

 

 

Lavabo suspendido de mármol

Lavabo suspendido de mármol.

BoysPlayNice

En el caso de que se prefiera un diseño práctico con el objetivo de maximizar los metros cuadrados del baño, "un lavabo suspendido podría ser más adecuado. Al final, la funcionalidad y la estética deben ir de la mano para crear un ambiente que no solo sea estéticamente bonito, sino también práctico, cómodo y que responda a nuestras necesidades". Fundamentalmente, un lavabo suspendido mejora la usabilidad del espacio. Como decimos, la limpieza visual es una de las grandes ventajas, pero valora si te convence el que las tuberías se queden a la vista, por ejemplo.

 

Lavabo de pie de estilo vintage

Lavabo de pie de estilo vintage.

Casa Kailani

Lavabos de pie: instalación más sencilla y modelos actuales minimalistas

Los lavabos de pie, de instalación generalmente más sencilla y menos costosa, no requieren soportes adicionales en la pared, algo que puede suponer una ventaja. Además, "los modelos actuales ofrecen diseños monobloque más minimalistas (de los que hablaremos enseguida porque son una de las grandes tendencias en el baño para 2025), añadiendo un extra estético significativo que, sin duda, puede ser un factor diferenciador en el baño", apunta Pérez Lucas. En todo caso, según la experta, esta elección "obliga a disponer de un armario adicional para el almacenaje, lo que puede ser un inconveniente en baños pequeños, donde cada centímetro cuenta".

 

 

Lavabo monobloque en el piso de la arquitecta María Lozano, en Torres Blancas, Madrid.

Lavabo monobloque en el piso de la arquitecta María Lozano, en Torres Blancas, Madrid.

Germán Saiz / cortesía: María Lozano. DLab.

 

Efectivamente, los lavabos monobloque son una de las grandestendencias en el diseño del baño en 2025Para un aseo auxiliar, Pérez Lucas es partidaria de "buscar una opción con un diseño rompedor; y un lavabo de pie monobloque puede ser la mejor elección". Su estética minimalista y la variedad de acabados y colores los han convertido en un objeto muy demandado capaz de aportarle al baño una nota singular.

Laufen tiene un modelo diseñado por Ludovica y Roberto Palomba que remite a la forma redondeada de las piedras de río. Otras reconocidas marcas, como Inbani, Boffi, Agape o Antoniolupi, también disponen de modelos muy originales. De esta última, el modelo Albume Lux, concretamente el de mármol y con el pie de resina traslúcida (aunque se puede encontrar en distintos acabados), se transforma en una lámpara.