Si Marie Kondo revisara tu baño, seguramente pondría el grito en el cielo. Pero no te preocupes, ella es muy de llevarse las manos a la cabeza con cosas que nos parecen normales. Entre el bote de champú que ya está vacío y esa toalla que ya necesita una jubilación, hay una lección importante: no se trata de lo que cabe en un espacio pequeño, sino de lo que merece estar ahí. Minimalismo no significa vacío, sino un diseño que respira, dejando que la funcionalidad y la belleza caminen de la mano, incluso en un espacio del tamaño de una cabina telefónica.
El baño, ese rincón íntimo que a menudo descuidamos, es el lugar perfecto para experimentar con un diseño que combine líneas simples y soluciones inteligentes. Y ojo, no hablamos de austeridad monacal, sino de un estilo pensado para que cada elemento cuente.

Baño con mampara abatible. Interiorismo: Monotropa
Sergio López
El trío ganador: luz, colores y materiales
En espacios reducidos, la luz lo es todo. Si tu baño no cuenta con una ventana que deje entrar la luz natural, puedes engañar al ojo con tonos claros como blanco, beige o gris perla. Para evitar que el resultado parezca un laboratorio, combina estas tonalidades con texturas naturales como la madera clara, el microcemento o los azulejos de acabado mate.
Los espejos, esos grandes aliados del minimalismo, duplican la percepción del espacio y distribuyen la luz de manera uniforme. ¿Un truco de maestro? Opta por un espejo sin marco o con iluminación integrada, y di adiós a las sombras que transforman un baño en una cueva.

Baño en tonos grises y neutros
Carla Capdevila
Muebles flotantes: el truco definitivo
Cuando el espacio es limitado, el suelo debe respirar. Los muebles flotantes, como lavabos y estanterías suspendidas, crean un efecto visual de mayor amplitud y también facilitan la limpieza. Busca diseños compactos que combinen almacenamiento oculto y líneas puras.
Otra apuesta ganadora es reducir al máximo los elementos superfluos. Un grifo empotrado en la pared, un dispensador de jabón minimalista o una ducha sin plato visible (solo con el desagüe integrado en el suelo) pueden marcar la diferencia.

Baño con baldosas verde salvia
CLAUDIA MAURIÑO | Proyecto de A STUDIO architects
Almacenamiento: menos pero mejor
El almacenamiento es el gran talón de Aquiles en baños pequeños. Aquí, la regla de oro es clara: no abarrotar. Opta por soluciones modulares que puedan adaptarse al espacio disponible, como estanterías estrechas o cestas organizadoras apilables.
Los armarios con puertas espejadas son un doble golpe de efecto: amplían visualmente el espacio y ocultan el caos. Eso sí, no conviertas estos armarios en la versión 2.0 de un cajón desastre. El orden, en el minimalismo, no es negociable.

El conjunto W+W (Washbasin + Watercloset) de Roca, que combina en una pieza la grifería, el lavabo y el inodoro, es un ejemplo de baño sostenible pues nos ayuda a ahorrar agua.
Roca
Tecnología y minimalismo: la pareja perfecta
En un baño pequeño, cada innovación tecnológica es una oportunidad para ganar espacio y comodidad. Sanitarios compactos con cisterna integrada, duchas inteligentes que controlan la temperatura y sistemas de ventilación ocultos son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología puede elevar tu diseño.
El minimalismo también se extiende a la iluminación. Las tiras LED empotradas en el techo o bajo los muebles flotantes eliminan la necesidad de lámparas voluminosas y crean un ambiente cálido y sofisticado que puedes customizar según el momento del día.