El lacado, un acabado que ha sido utilizado durante siglos, ha vuelto con fuerza en el mundo del interiorismo y la decoración. Su versatilidad, elegancia y capacidad de adaptarse a estilos diversos lo han convertido en una tendencia clave para quienes buscan añadir un toque moderno y sofisticado a sus espacios. En este artículo, analizamos por qué el lacado está viviendo un renacimiento en el diseño de interiores y cómo puedes incorporarlo de manera práctica y estética en tu hogar.
¿Qué es el lacado?
El lacado es un proceso de acabado que implica la aplicación de varias capas de pintura o barniz, que luego se pulen para obtener una superficie suave, brillante y resistente. Originalmente se utilizaba en muebles y elementos decorativos de alto valor, como piezas de mobiliario oriental o europeo, pero hoy en día se ha extendido a una amplia gama de materiales y estilos. Este acabado es conocido por su alto brillo, aunque en la actualidad también se encuentran versiones mate o satinadas que ofrecen más opciones según el estilo que se desee lograr.
Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en Arquitectura y Diseño suscríbete a nuestra newsletter.
Versatilidad de colores y texturas
Una de las razones principales por las que el lacado ha recuperado su protagonismo en el diseño de interiores es su capacidad de adaptarse a diferentes colores y texturas. Desde tonos clásicos como el blanco o el negro, hasta colores más vibrantes y atrevidos como el verde esmeralda o el azul cobalto, el lacado permite personalizar cualquier estancia según las preferencias estéticas del propietario.
Blanco lacado: Perfecto para crear un ambiente limpio y minimalista. El blanco en acabado lacado aporta luminosidad y frescura, ideal para espacios pequeños que necesitan ganar amplitud visual.
Negro lacado: Este color aporta elegancia y lujo al espacio. Utilizado en muebles o detalles decorativos, el negro lacado es capaz de destacar en ambientes sofisticados y modernos.
Colores vibrantes: Tonos como el rojo, azul o amarillo en acabado lacado son opciones cada vez más populares en diseños atrevidos. Estas tonalidades aportan dinamismo y frescura, especialmente en piezas de mobiliario o elementos decorativos como mesas o armarios.
Durabilidad y resistencia
El lacado no solo destaca por su estética, sino también por su resistencia y durabilidad. Los muebles y superficies lacadas son más resistentes al desgaste diario, a los arañazos y a la humedad, lo que los convierte en una opción excelente para zonas de uso intenso como cocinas o baños. El proceso de aplicación de capas múltiples crea una superficie fuerte y duradera, que se mantiene en perfecto estado durante años con un mantenimiento mínimo.
Además, el lacado es fácil de limpiar. Un paño húmedo es suficiente para mantener la superficie impecable, lo que lo convierte en una opción ideal para familias con niños o para quienes buscan soluciones prácticas sin renunciar a la estética.
Aplicaciones en diferentes estilos de interiorismo
El lacado se adapta a una gran variedad de estilos decorativos, lo que lo convierte en una opción versátil en proyectos de interiorismo. Ya sea en espacios clásicos o contemporáneos, este acabado puede aportar un toque de sofisticación que eleva el diseño general del ambiente.
Estilo moderno: El lacado, especialmente en tonos neutros como el blanco o gris, es muy utilizado en espacios modernos y minimalistas. La superficie brillante o satinada crea una atmósfera limpia y ordenada, ideal para quienes buscan un hogar sin distracciones visuales.
Estilo clásico: En espacios más tradicionales, el lacado en tonos oscuros como el caoba o el verde botella puede aportar un toque de elegancia. Utilizado en mobiliario antiguo o en piezas de estilo vintage, realza el diseño sin perder su esencia clásica.
Estilo ecléctico: Para quienes prefieren mezclar diferentes estilos y colores, el lacado ofrece la flexibilidad de incorporar elementos llamativos sin sobrecargar el espacio. Un mueble lacado en color vibrante puede convertirse en el punto focal de una habitación llena de detalles únicos.
Innovación en lacado mate y satinado
Aunque el lacado se asocia tradicionalmente con acabados brillantes, en los últimos años han ganado popularidad las versiones mate y satinadas. Estos acabados ofrecen una estética más sutil, sin perder la sofisticación propia del lacado. Los lacados mate son perfectos para quienes buscan un look más discreto, mientras que los satinados añaden un toque de suavidad y elegancia sin el reflejo intenso del acabado brillante.
El lacado mate, en particular, se ha convertido en una opción interesante para quienes buscan un toque moderno sin los brillos característicos del lacado tradicional. Se adapta muy bien a mobiliario de líneas rectas y contemporáneas, ofreciendo una sensación táctil suave y agradable.
Cómo incorporar el lacado en tu hogar
El lacado puede aplicarse en una gran variedad de elementos dentro de la casa. A continuación, te damos algunas ideas para incorporarlo en tu proyecto de interiorismo:
Mobiliario lacado: Las mesas de centro, estanterías, armarios y consolas lacadas son una excelente opción para añadir este acabado a tu hogar. Si deseas un look más atrevido, opta por muebles lacados en colores vibrantes que se conviertan en el foco de atención del espacio.
Puertas y molduras: Las puertas lacadas aportan un toque elegante, tanto en blanco para un look minimalista, como en negro o colores oscuros para un ambiente más sofisticado. Además, las molduras lacadas en el mismo tono que las paredes pueden añadir coherencia visual al espacio.