El entorno en el que vivimos tiene un impacto directo en nuestro bienestar y estado de ánimo. Nuestra casa es más que un espacio físico; es un reflejo de nuestra mente y nuestras emociones. Los colores, las texturas y la disposición de los objetos influyen en cómo nos sentimos y cómo nos relacionamos con el espacio. Un ambiente cargado de objetos innecesarios o desordenados puede generar estrés y agobio, mientras que un hogar organizado y armonioso contribuye a la tranquilidad y al equilibrio. Por eso el interiorismo no es solo una cuestión estética, sino que va más allá y busca dar forma a espacios que nos ayuden a relajarnos, concentrarnos o recargar energías según nuestras necesidades.

El proceso de limpiar y eliminar lo que ya no necesitamos no solo tiene un beneficio práctico, sino también emocional. Deshacernos de objetos viejos, rotos o que no aportan valor es una forma de liberar nuestra mente y permitir que fluya la energía de manera más libre y efectiva. Un hogar despejado fomenta un ambiente más saludable, donde la luz natural y el aire fresco tienen espacio para circular. Al hacerlo, no solo renovamos físicamente el espacio, sino que también creamos una atmósfera que favorece la paz y el bienestar, transformando nuestro hogar en un lugar de descanso y renovación constante. Hemos hablado con la interiorista Meritxell Ribé, al frente de The Room Studio,  que nos ayuda a entender qué debemos eliminar para rodearnos de la energía correcta.

  • ¿Cómo influye el entorno en nuestra energía y bienestar?

El entorno no solo influye, sino que nos dicta cómo nos sentimos y actuamos. Vivimos rodeados de estímulos y el hogar es un espejo de nuestro estado interior. Un espacio caótico genera estrés, mientras que uno limpio y organizado aporta claridad. La casa debería ser un lugar donde recargar energías y sentirnos en control. Si no es así, es hora de una renovación. El entorno debe empujarnos hacia delante, sin frenarnos.

Zona de trabajo incorporada de forma armónica en el salón

Pocas cosas y que nos hagan felices.

Meritxell Arjalaguer / Proyecto: The Room Studio
  • ¿Qué tipo de objetos o elementos crees que es necesario eliminar de la casa para mejorar nuestra energía?

A todo lo que no sirve, no gusta o no cuenta una historia, hay que decirle adiós. Los objetos no son solo cosas, son portadores de energía y de recuerdos, y muchos de ellos nos anclan al pasado o nos llenan de ruido visual. Queremos menos cosas y más claridad. Y para conseguirlo deberíamos hacer una limpieza sin contemplaciones, preguntarnos si mejora nuestra vida o simplemente ocupa espacio. Yo no soy mucho de acumular, me gusta cambiar y eliminar.

  • ¿Cómo saber si un objeto ya no tiene valor en nuestra vida, o si simplemente está ocupando espacio de manera innecesaria?

Es más fácil de lo que creemos y preguntarnos si lo usaríamos ahora o lo compraríamos de nuevo es de gran ayuda. Si no es así, ese objeto ya no tiene cabida en nuestra vida. También está la prueba emocional: si mirar algo no produce alegría, sino nostalgia negativa, incomodidad o indiferencia, es que no se necesita. Vivir más ligero es una necesidad.

"La distribución es clave para que un espacio funcione"

"La distribución es clave para que un espacio funcione"

Meritxell Arjalaguer / Proyecto: The Room Studio
  • ¿Cuáles son los objetos más comunes que solemos guardar sin darnos cuenta de que afectan nuestra energía?

En primer lugar, regalos de compromiso, que no nos gustan, pero que no tiramos por no sentirnos mal. También ropa que no usamos, que ya no encaja y no va con nuestro estilo actual. Además, solemos acumular papeles y documentos de hace años, manuales de electrodomésticos, CDs, utensilios de cocina que no sabemos ni para qué sirven…. La lista puede ser larguísima. Todo esto no solo ocupa espacio, sino que crea una carga invisible. Si no suma, resta.

  • En cuanto al mobiliario, ¿hay piezas específicas que consideras que no deben estar en una casa que busca renovar su energía?

Los muebles sin alma. Esos que compramos porque son baratos o para llenar espacio. Incluso el mobiliario heredado que tienes por nostalgia y no pega con nada. Los muebles deben hablar de nosotros, de nuestro estilo y de lo que nos inspira. Otro gran error es mantener piezas que ya no cumplen su función, como un sofá incómodo o una mesa que siempre está coja. En 2025, debemos buscar muebles versátiles, de calidad y con carácter: menos, pero mejores.

Pasillo en orden

"El vacío también tiene su belleza y no debemos tenerle miedo", dice la interiorista.

Meritxell Arjalaguer / Proyecto: The Room Studio
  • ¿La sobrecarga de decoración o un ambiente demasiado recargado puede afectar la energía de un espacio? ¿Qué recomiendas hacer en esos casos?

Un ambiente recargado es como una conversación donde todos gritan. Lo primero que recomiendo es hacer una limpieza drástica, elegir un punto focal y dejar que los objetos respiren. Si hay 50 cosas en una librería, reducirlas a cinco, pero que sean piezas que realmente valgan la pena. El vacío también tiene su belleza y no debemos tenerle miedo.

  • El color tiene un gran impacto en la atmósfera de un hogar. ¿Cuáles recomiendas evitar para crear un espacio más fresco y relajante?

Los colores que saturan o tensan la vista, como los amarillos chillones, lilas o los rojos agresivos, son peligrosos si no se usan con cuidado, a mí personalmente no me gustan nada, ya que me generan ruido mental. Si buscamos frescura, podemos optar por paletas neutras con acentos suaves, como verde salvia o azules claros. Hay que evitar caer en lo monótono. Un toque de color bien pensado puede transformar un espacio y nutrirlo de personalidad.

  • ¿Qué papel juegan las texturas en la renovación de la energía en una habitación?

Las texturas aportan vida, calidez y profundidad. Una habitación sin texturas es plana, sin alma. Y la combinación de diferentes materiales, como madera natural, tejidos suaves y elementos rugosos, como cerámica o piedra, nos ayudan a matizar el espacio, a crear movimientos y mantener la energía fluida. Además, las texturas naturales siempre conectan con nuestras emociones de forma más poderosa que las artificiales.

Salón conectado al despacho

"Los muebles deben hablar de nosotros, de nuestro estilo y de lo que nos inspira", dice Meritxell.

Meritxell Arjalaguer / Proyecto: The Room Studio
  • El desorden puede ser uno de los principales enemigos de una energía positiva. ¿Qué recomiendas para organizar y liberar espacio sin perder funcionalidad?

Lo primero deshacernos de lo que no necesitamos. Después, crear sistemas de almacenamiento simples y accesibles. Los muebles multifuncionales son una buena opción, como, por ejemplo: camas con cajones, estanterías modulares o bancos con compartimentos. Dependiendo si somos más o menos organizados, el mobiliario deberá ir acorde en este sentido.

  • ¿Es cierto que ciertos objetos o muebles que colocamos en lugares específicos pueden afectar la energía de una habitación? ¿Puedes dar ejemplos?

Totalmente. Por ejemplo: un sofá de espaldas a la puerta crea incomodidad, porque inconscientemente necesitas ver quién entra, lo mismo pasa con los escritorios. Un espejo frente a la cama puede perturbar el sueño porque refleja el movimiento. También, llenar una entrada con muebles voluminosos bloquea el flujo natural de la energía. La distribución no es un capricho es la clave para que un espacio funcione en todos los sentidos.  

Salón con sofá esquinero

"Un toque de color bien pensado puede transformar un espacio y nutrirlo de personalidad".

Meritxell Arjalaguer / Proyecto: The Room Studio
  • ¿La presencia excesiva de dispositivos digitales en casa puede interferir con nuestra energía?

Sin duda. Las pantallas no solo roban tiempo, también generan ruido visual y mental. Un hogar lleno de dispositivos encendidos nos impide relajarnos, de manera inconsciente nos genera muchísima incomodidad. En mi casa al llegar nos despojamos un rato de todos los dispositivos, los dejamos en una caja preciosa y cerrada y nos dedicamos a otras cosas. Una de ellas es la conexión humana, la tranquilidad y la creatividad, ¡¡y funciona!! Menos pantallas, más vida.

  • ¿Cómo podemos integrar la tecnología de manera que no afecte el flujo de energía en el hogar?

Ocultarla o integrarla con algún diseño, usando muebles que disimulen cables y aparatos, introducir dispositivos más compactos y elegir ubicaciones estratégicas. La tecnología puede ser invisible, y cada vez más se diseñan muebles con esa finalidad y es muy fácil encontrarlos.