¡Alerta tendencia 2025! El monocolor irrumpe con fuerza en el dormitorio demostrando que, a veces, lo simple es la mejor fórmula

El color (o el no color) es siempre una constante en la decoración, que pasa por distintas etapas, según el momento vital. Normalmente, saltamos de un extremo a otro, sin anestesia, aunque disfrutando sus resultados.

Así, hace un tiempo fue el color block. Una tendencia directamente aterrizada del mundo de la moda, que tenía sus orígenes en Yves Saint Laurent y en su famosa colección de otoño-invierno de 1966, inspirada en la obra de Mondrian y, supuesto, en el arte pop de los 60,70 y 80.

Esta estética de bloques, que consistía en combinar tonos opuestos, creando impactantes contrastes, donde la mayoría de las veces no estaban permitidos los negros, blancos y grises, imprimía vitalidad y buen humor a la casa y llenaba todo de optimismo. Era el momento de colorear la vida, en general, después de una pandemia...

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Dormitorio en tonos cremas con cabecero tapizado — Alvhem

A favor de la unidad

Ahora, en una etapa más tranquila, donde abrimos las puertas y nos conectamos con el exterior, llega el momento del monocolor, también la moda tiene su reflejo (¿o es al revés?). Una tendencia que crea unidad y favorece la armonía. Se trata de usar un solo color (o vecinos) tanto en la caja (paredes, suelo y techo) como en la decoración. Evidentemente, el total look es complicado y raro de conseguir, porque la decoración, como todo en la vida, está llena de matices y de grises.

Dormitorio en tonos marrones con azulejos — Germán Saiz

Ambiente en calma

Fácil de llevar en toda la casa, en los dormitorios se siente cómoda, ya que el color block y sus tonos llamativos siempre han tenido ciertas reservas en esta estancia dedicada al descanso. Mientras que el monocolor hace que todo 'pegue' de manera natural y nada destaque o cause un contraste excesivo. De esta manera, creamos armonía y calma sin esforzarnos, ya que la sencillez cromática favorece esta sensación.

Cuestión de personalidad

Pero no creas que se trata de una tendencia sosa que invita al aburrimiento, ya que ofrece muchas posibilidades. Al visualizarse como un bloque (un todo en uno), los tonos no solo resultan más ligeros, sino que también tienen la capacidad de elevar cualquier estilismo, imprimir un toque más lujoso, sin olvidar la facilidad de uso. Todo es más sencillo si no tienes demasiadas tonalidades en juego.

Colores participantes

Blancos, grises, beiges, azules y verdes (el aceituna es tendencia) son tonos indicados para vestir un dormitorio, ya que proporcionan esa dosis de calma que necesitas y, en función de cómo los combines y los vistas, dejan de ser aburridos y previsibles.

A su lado, los amarillos, los rosas (la sorpresa cromática de 2025), los negros e, incluso, el cherry red (ese rojo cercano al granate) pueden ser también una opción, siempre que sepas jugar tus cartas para no saturar.

Cuatro claves de estilo del monocolor

Evita los estampados. Aunque pueden incorporarse en pequeñas (muy pequeñas dosis), haz que el color sea el gran protagonista del espacio y opta por telas lisas para vestir la cama o las ventanas. Es difícil encontrar la unidad cuando flores o cuadros se disputan un papel protagonista en la decoración.
Di sí a los tonos amigos. No es necesario que todo tenga el mismo color exactamente, sino que se muevan en la misma gama cromática. De esta manera, el resultado será igual y brillará la armonía y la unidad.
Juego de texturas. Al optar por un único tono o una única gama de color, las texturas adquieren todo el protagonismo. Prueba a mezclar tejidos diferentes, papeles pintados, logrando, de esta manera, un apetecible contraste. Además, recuerda que las paredes trabajadas son lo último en decoración. Úsalas a tu favor.
No al exceso. Buscamos la armonía y la sencillez y esta suele estar reñida con una decoración excesiva. Pero esto no significa que debas renunciar a accesorios o piezas deco, ya que es una buena manera de incorporar una pincelada vibrante si la caja es neutra o al revés.