Se presentan, se atraen, sienten la química y el enamoramiento. En definitiva, se hacen pareja (o lo que sea). A este ciclo se le llama 'atracción'.

Una segundo tramo es cuando ya se conocen un poco más, salen del estado 'ciego' en el que solo se ven las cualidades del otro y afloran los defectos. Aun así, con aceptación y empatía, mantienen el deseo y la pasión.

Si se posee la madurez suficiente, llegan a la siguiente fase y deciden convivir. ¡Aja! Aquí es donde los cínicos dirán que se acaba el amor. Pero nosotros apostamos por uno que pueda incluir esa faceta y se comparta plenamente. Por ello, estos son los mejores consejos para habitar conjuntamente en la misma casa y que sea una aventura agradable y placentera.

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Pareja en una cocina de estilo industrial
Tim van de Velde

1. Antes de mudaros: elegid bien

Es importante elegir cuál será vuestro hogar. Lo primero es definir lo que es para vosotros la vivienda ideal. Con este objetivo, se recomienda hacer una lista de los imprescindibles que ha de tener y decidiros por aquella que suponga menos sacrificio para ambos. A veces hay que ceder en varias cosas, pero nunca en todo, porque a la larga puede pasar factura. 

Formas orgánicas en un salón con mesa de centro blanca y sofá marrón
Westwing

2. Combinar estilos

Dicen que los polos opuestos se atraen. En decoración hay que ser algo más precavido, pero es cierto que la mezcla de estilos decorativos puede ser la clave de un hogar con personalidad y que os represente a los dos. 

Salon con ventana y cortinas balncas lleno de luz natural
Alen Cordic for Bjurfors

3. No te sientas "de prestado"

Lo primero que aprendemos de pequeños es a usar los pronombres posesivos. Así que, si te mudas a su casa, conviene refrescar los términos mío, suyo y nuestro. Traducido en gestos decorativos significa que el espacio ha de fluir de manera que los dos os sintáis cómodos y en vuestra casa

salón de techos altos, cortinas, lámpara y sofá blanco.
MAISON HAND

4. Renovarse o morir

Se pueden guardar, reciclar o reutilizar muchas cosas del piso de soltero/a, pero hay tres que no se deben conservar al azar: la vajilla, los juegos de cama y las toallas. A menudo faltan piezas, están desgastados o se asocian a tiempos pasados. Renovarlos fomentará la sensación de confort en vuestro nuevo nido. 

baño pequeño con muebles de madera IKEA
IKEA

5. La importancia del baño

La hora del baño es uno de los momentos mas íntimos, en el que buscamos la relajación. Para que no se convierta en un verdadero estrés, la limpieza y el orden son fundamentales. Lo ideal es tener espacio para guardar tus cosas y las suyas por separado. Existen mil soluciones, incluso para los baños diminutos. No dejéis de usar la creatividad para conseguir ese gran objetivo común. 

Escritorio esquinero con lámpara negra de mesa
La Redoute

6. Un rincón para manualidades

Está demostrado científicamente que dedicar tiempo a tus aficiones, ya sea la música, el ganchillo, la pintura o cualquier otra, hace mucho más llevadera la rutina en pareja. Cada uno ha de tener un  espacio donde refugiarse, o simplemente, puede tratarse de un área polivalente lista para ser compartida. 

cocina con mesa de comedor de madera
Eugeni Pons

7. Orden y almacenamiento

Hay gente que es desordenada por naturaleza, pero la mayoría lo es porque su casa no responde a unas necesidades de almacenaje. Al comenzar la convivencia es recomendable analizar los elementos donde guardar cada cosa y valorar si son eficientes para ambos o es necesario buscar soluciones prácticas, antes de que llegue el caos. 

piso moderno y reformado en madrid con molduras y suelo de parquet salon con vistas BAO ARQUITECTURA
Bao Arquitectura

8. Los recuerdos se quedan

¿Quién no ha sido nunca coleccionista de algo o ha heredado un tesoro de la abuela? Hay muchos objetos que además de poseer valor estético, tienen uno sentimental. Si ambos pesan a partes iguales, las piezas en cuestión serán dignas de formar parte de vuestro hogar. Juntos encontraréis una forma interesante de integrarlas en la decoración. 

Armario vestidor a medida
Erik Lefvander

9. Compartir el armario

Para que un armario compartido funcione es imprescindible que esté bien dividido y que todas las prendas tengan su sitio. Pero si pretendes hacerlo con toda esa ropa que lleva años amontonada en tu armario, te equivocas. Haz limpieza antes de mudarte y evitarás muchos quebraderos de cabeza (tuyos y suyos). 

salón con sofá celeste y mesa de centro color crema.
Westwing

10. Una paleta de colores adecuada

Para definir los colores tenéis que apostar por aquellos que os identifiquen, siempre teniendo en cuenta el estilo decorativo –o la combinación de ellos–. Si no lo tenéis claro podéis usar tonos neutros e incluir matices de color en los accesorios. Atender a la psicología del color os ayudará a que cada espacio transmita la sensación deseada.

 

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