Aunque lo recomendable es contar con un plan que haga más llevadero el trabajo semanal, hay imprevistos y urgencias que pueden dar al traste con nuestra rutina. Si necesitas poner la casa a punto y no dispones de más de 60 minutos, que no cunda el pánico: es posible. Lo más importante es establecer un plan bien organizado que sirva de guía y que evite perder el tiempo una vez empezada la faena. Esto incluye preparar con antelación todos los productos que se vayan a necesitar. Mientras tanto, abre las ventanas y ventila la casa durante, al menos, 15 minutos para minimizar la posibilidad de alergias y conseguir un ambiente saludable.
Además de aprovechar el momento para dejar que en la casa suene tu música preferida, una actitud es clave para no perder el tiempo en esta puesta a punto. Ayuda tener un reloj a mano con el que controlar el tiempo. De esta manera, puedes dedicar unos diez minutos de media a cada habitación, aunque puedes restar algunos de la entrada para dárselos a la cocina, que requiere de más atención. Ten a mano los productos que necesitas, así como los utensilios necesarios como guantes, estropajo, bayeta, paño y gamuza para el polvo.
Ventilación, clave
Toda rutina de limpieza debe comenzar con una buena ventilación para conseguir un ambiente saludable en el que haya entrado en casa aire nuevo y limpio. Lo ideal es abrir las ventanas unos diez minutos nada más levantarse, a primera hora del día para que se renueve el aire de cada habitación.
El dormitorio, 10 minutos
Empieza por hacer la cama. Con este sencillo gesto ya se tiene la sensación de un espacio ordenado. A continuación, limpia el polvo de las mesillas de noche, los armarios y las lámparas. No te olvides de los marcos de los espejos, los cuadros y los frentes del armario y la cómoda. Cuando desempolves, recuerda hacerlo de arriba a abajo, utilizando un paño de microfibra que atrape el polvo en lugar de desperdigarlo.
La habitación infantil, 10 minutos
Al igual que en el dormitorio principal, en esta estancia las camas deben estar hechas. Pero lo que más tiempo requiere es despejar el dormitorio infantil de juguetes. Las habitaciones infantiles suelen tener desperdigados por el suelo peluches, libros y juegos, así que es importante guardar en cestas todo lo que esté tirado para que la estancia se vea organizada.
El salón, 15 minutos
Comienza aspirando la tapicería de los sofás y sillones. Ahuécalos y coloca bien cojines y la manta de la siesta. Después es turno de quitar el polvo de las estanterías, los muebles y las lámparas, sin olvidar hacerlo de arriba abajo, empezando por las estanterías superiores y terminando por las mesa de centro. La pantalla de la televisión también acumula polvo que hay que quitar con una gamuza específica para no dañarla. Aprovecha para apilar revistas y agrupar piezas de decoración para que el salón quede más ordenado.
La cocina, 15 minutos
El estado en el que se suela mantener esta estancia es básico para poder terminar la limpieza exprés en la hora indicada. Es decir, si la mantienes diariamente en buen estado, podrás completar esta tarea en solo 15 minutos. El primer paso consiste en aplicar un producto desengrasante específico para la placa y el frente y dejarlo actuar. Mientras tanto, despeja el fregadero y pon el lavavajillas. Después, aclara la placa y sácala con un paño. Enjabona la encimera y la mesa, para después aclarar y secar con un paño limpio. Quita los trapos sucios y una vez esté todo listo solo falta el suelo, es decir, aspirar o barrer y, por último, fregar.
El baño, 10 minutos
Pulveriza los productos que suelas utilizar para limpiar y desinfectar los sanitarios y, mientras van haciendo efecto, limpia el espejo, la repisa del baño y la mampara con un producto limpiacristales. Cambia las toallas y ponlas limpias y comprueba que queda papel higiénico suficiente. Aclara los sanitarios y seca bien con un paño. Termina barriendo y fregando el suelo.