Las estanterías reflejan la personalidad de los que habitantes de una casa.Tengas una sola estantería, o la casa llena de ellas, hay pequeños trucos que puedes aplicar para que contribuyan a crear belleza y a generar una atmósfera agradable e interesante.
Y es que no hay nada más atractivo en una habitación que una estantería llena de libros. La mirada se dirige inevitablemente hacia ellas, atraída por los títulos, los objetos o las plantas que acostumbran a esconder alguna historia.
Las estanterías son espejos de nuestras almas, de lo que nos gusta, de lo que nos motiva, de lo que nos inspira... Por eso, vale la pena que les dediquemos unos minutos. ¿Quieres saber cómo ordenar una estantería para sacarle el máximo provecho?
¿Tengo que seguir un criterio para organizar mi estantería?
No es obligatorio, pero sí muy recomendable. Vacía la estantería y agrupa los libros por géneros, por autores... O por colores, ¿por qué no? Otra cosa que resulta muy práctica es prescindir de todos aquellos títulos que no has leído y no vas a leer. No los tires a la basura; si se trata de pocos ejemplares, puedes depositarlos en el buzón de la biblioteca más cercana.
¿Dejo espacios en blanco para que la estantería respire?
La respuesta es sí. Toda estantería debe tener espacios en blanco para compensar la presencia de libros u objetos decorativos. A la segunda pregunta, que sería ¿cuántos espacios en blanco?, la respuesta es, como en tantos casos, depende. Si quieres que el resultado sea muy conceptual, muchos. Si, en cambio, buscas un resultado más, por así decirlo, cálido, pocos. Pero, ¡recuerda! Pocos no significa ninguno.
¿Y si mi estantería también sirve de separador?
Las estanterías-separador son un elemento que cobra mucha importancia en una casa. Más de la que se cree. Es más, puede acabar siendo el elemento que vertebre toda la distribución de la vivienda. Por eso merece un trato aún más especial. Si tienes una de estas estanterías en tu casa, procura que todos los objetos que deposites en ella sean 360º. O lo que es lo mismo, que sean visibles desde todos los ángulos.
Los cuatro elementos de una estantería
Libros, objetos decorativos, fotografías y plantas. Estos son los cuatro elementos con los que puedes jugar en tu estantería para que el resultado te asombre tanto a ti como a tus invitados. No tienen que ser necesariamente estos cuatro, pero puede ser una buena guía para empezar. Para las fotografías, opta por marcos sencillos; de esta forma, toda la atención recaerá en la imagen. Y, en el caso de las plantas, busca macetas que te inspiren, ya sea por el material o por el color.
Varias capas
Recurre a las capas para decorar. Dependiendo de la altura de los estantes, puedes poner un cuadro por detrás de los libros. O un objeto decorativo como un jarrón de barro con unas velas delante. Las capas ayudan a dar volumen y textura a la habitación.
No abuses
Siempre existe la tentación de utilizar la estantería para dejar alguna de las cosas que llevas encima: las llaves, el libro que te estás leyendo, el móvil... En la medida de lo posible, intenta resistirte a eso porque, en menos de lo que piensas, volverás a verla desordenada. En lugar de eso, ten un pequeño mueble en el recibidor o en el salón (un pequeño estante, un aparador) reservado a esa clase de objetos.
Adapta tu estantería a cada habitación
Dependiendo de en qué estancia esté la estantería, le puedes dar un carácter u otro. Por ejemplo, en la estantería de la habitación puedes aprovechar para poner fotografías en blanco y negro que te ayuden a relajarte, mientras que la del salón puedes reservarla para fotografías a todo color.
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