No hace falta tener vocación de galerista ni una casa enorme con paredes blancas y lisas. Apreciar el arte es un don, y poder llevarte a casa un cuadro que te haya transmitido emociones, una suerte. Y, aunque decorar con cuadros no es difícil, hay que saber darles el lugar que se merecen.
"Todos los días deberíamos oír un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es posible, decir algunas palabras sensatas", decía Goethe. Gracias a estos consejos, podrás hacerlo todo y sin tener que visitar un museo (que deberías, no es excluyente el tener cuadros en casa para sumergirte en los pasillos de las grandes pinacotecas y disfrutar de los mejores y más famosos cuadros).