Los expertos nos recuerdan que los cinco elementos del Feng Shui son la madera, la tierra, el agua, el metal y el fuego. Y, en este sentido, las plantas se asocian al elemento madera. Purifican el aire y crean un entorno más agradable. Son fuente de energía, simbolizan el crecimiento y la abundancia; por eso se han convertido en un elemento del que ya no puedes prescindir.  

En el Feng Shui, todo influye. Desde los muebles que eliges para decorar tu casa, hasta cómo posicionas algunos de ellos como los espejos o la forma en que colocas tu cama. Así que las plantas no iban a ser menos. Sabiendo cuáles utilizar y cómo posicionarlas, atraerás las mejores vibraciones para tu casa. 

Todas las plantas son beneficiosas, pero para cumplir los principios del Feng Shui, no hay que abusar de ellas. Cada especie de planta, por su estructura, forma y color, irradia un Qi especial que impacta de modo particular en el ambiente que la rodea. Esta práctica milenaria trabaja tanto las plantas de interior como las de exterior: en ambos lados permiten compensar desequilibrios energéticos y potenciar áreas concretas.