Además de cumplir su importante función, las lámparas se han convertido en todo un icono de estilo capaz de levantar cualquier estancia. Algunas tienen unos diseños tan impactantes que es imposible no enamorarse de ellas. Sin embargo, antes de dejar llevarse por el primer impulso priorizando la estética, hay que valorar una serie de cuestiones.

Para empezar, es evidente que un dormitorio, un pasillo oscuro, un cuarto de baño o un enorme salón tienen distintas necesidades de iluminación. Por otro lado, las dimensiones y el estilo de cada uno también van a condicionar esta elección.

Y es que lo más importante a la hora de decorar es sacar el máximo partido a las estancias descubriendo su potencial y creando resultados equilibrados. Una lámpara demasiado grande, por muy maravillosa que sea, puede empequeñecer una habitación incluso llegar a resultar incómoda. Como de los errores también se aprende a continuación se desgranan algunos de los más habituales para poder evitarlos.

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Lámpara de techo diseño de Claus Bonderup y Torsten Thorup para Fog & Morup
Eugeni Pons

Lámparas que no aportan nada

Si bien en ocasiones se buscan lámparas discretas con la finalidad de potenciar otros elementos como un sofá o una mesa de centro, es esta la oportunidad perfecta para huir de la monotonía creando un ambiente personal y exclusivo donde las lámparas sumen.

Las lámparas de diseño, como esta creación de Claus Bonderup y Torsten Thorup para Fog & Morup son el complemento ideal para lograrlo.

Lámpara de techo modelo Frisbi de Flos en comedor
Eugeni Pons

Lámparas que no cumplen su función

Por definición, la lámpara es un aparato que sirve de soporte a una o varias luces artificiales. Si en el momento de ser necesaria no se puede contar con ella o no es adecuada, habrá sido una mala elección. 

El modelo Frisbi, diseño de Achille Castiglioni para Flos, cuenta con una gran presencia visual a la par que resulta funcional y práctica. 

Lámpara Noon 12 de El Schmid para Georg Kayser en recibidor grande
Eugeni Pons

Lámparas que resultan pequeñas

Las lámparas de techo deben adecuarse al espacio en el que se pretenden ubicar. Un espacio grande necesita una lámpara grande para aprovechar todo su potencial y deslumbrar, en el sentido positivo del término.

La estructura del modelo Noon 12 de El Schmid para Georg Kayser es la idónea para vestir y realzar la belleza de este gran recibidor.

Lámparas de techo PH5 en comedor blanco y mesa y sillas de madera
Pere Peris

Lámparas que necesitan otra de apoyo

Por lo general, los comedores con mesas rectangulares requieren varios puntos de luz. En el caso de lámparas pequeñas lo acertado es directamente poner dos o más centradas sobre la superficie de la mesa. 

Las formas redondeadas de las lámparas blancas PH5, diseño de Poul Henningsen para Louis Poulsen, son el complemento perfecto para este comedor en madera con pinceladas en negro.

Lámpara de techo de la colección JWDA diseñada por Jonas Wagel para Menu
Pere Peris

Lámparas que obstaculizan la visión

Una lámpara de techo redondeada que destaque por su diseño, como esta de la colección JWDA diseñada por Jonas Wagel para Menu, es el contrapunto perfecto a una habitación en la que priman las líneas rectas. Permite entrar en la estancia y ver cómodamente sin tener que esquivarla.

Lámpara de techo en dorado en salón verde
Eugeni Pons

Lámparas que empequeñecen

La lámpara tiene que ser una aliada de estilo, con lo que si la estancia no es muy grande no le favorecerá un modelo aparatoso que reste centímetros. Los brillos en general, y el dorado en particular, multiplican los efectos positivos de la luz.

Lámparas de techo en comedor negro y blanco
Pere Peris

Lámparas que no quedan bien integradas

Hoy en día pueden tomarse muchas licencias decorativas que enriquecen el ambiente, pero siempre buscando un punto común en aras a un resultado armonioso. Las lámparas colgantes estilizan y proporcionan ligereza visual.

 

Lámparas de techo Spokes 2 diseño de García Cumini para Foscarini
Eugeni Pons

Lámparas que no dejan pasar la luz

El modelo Spokes 2, diseño de García Cumini para Foscarini, es un magnífico ejemplo de cómo una gran y voluminosa lámpara puede resultar extremadamente grácil. Incluso siendo de color blanco se integra perfectamente con la cálida madera.

Lámpara de techo en salón con sofá gris
Eugeni Pons

Lámparas que hacen baja la estancia

Si bien las lámparas colgantes resultan muy adecuadas para muchos ambientes, para techos no demasiado altos es mejor decantarse por modelos fijados al techo. En este caso, el globo blanco ayuda también a proporcionar claridad incluso estando apagado.

Lámpara de techo realizada a medida por Bronzes Bolívar
Pere Peris

Lámparas sin la bombilla adecuada

La luz es un factor determinante a la hora de crear un ambiente acogedor y cálido, siendo la amarilla la idónea para ello ya que además realza los colores. Por otro lado, la luz blanca es recomendable en espacios relacionados con colores fríos, como en el cuarto de baño donde se necesita ver con mayor claridad. 

Además de ser perfecta para el entorno elegido, la lámpara de techo realizada a medida por Bronzes Bolibar, combina con acierto líneas rectas y formas redondeadas.