Si las casas cuentan historias, esta vivienda en Barcelona es un agradable relato musical. Las transiciones suaves y elegantes marcan el ritmo de cada rincón. Este era precisamente el objetivo de este proyecto firmado por A Studio, equipo liderado por Andrea Arqués. La vivienda está ubicada en un edificio emblemático de Barcelona construido por el despacho de arquitectos Giráldez-López Iñigo-Subías. Es un tríplex que disfruta de constante luz natural en prácticamente todas las estancias.
Distribución ascendente
El acceso principal a esta casa tipo tríplex está ubicado en la planta baja. Después del recibidor, se sube hacia la zona de día donde luce un espléndido salón comedor con cocina abierta. La amplitud visual es evidente gracias a la buena iluminación que riega toda la casa.
Destaca el sofá de líneas suaves que conjuga con la extensa alfombra blanca. La madera, como se puede apreciar, otorga solidez en paredes, suelos y muebles a medida. Este material ayuda a mantener la sensación de estar en un lugar sereno, pero robusto y cálido.
Un módulo central muy funcional
El estudio tomó la decisión de abrir completamente el espacio e instalar un módulo central. De esta forma, se puede gozar de un tránsito fluido, ameno y suave, sin grandes obstáculos visuales. Además de separar el espacio, el módulo funciona como organizador, entrega capacidad de almacenamiento y brinda soporte a las puertas correderas de la cocina. Como resultado se ha conseguido un espacio dinámico y funcional.
Materiales armónicos
La exquisita mezcla de materiales, colores y texturas crea un espacio pensado para una vida cotidiana tranquila y armónica. La madera y el lacado blanco son la combinación principal que rige a toda la composición del interiorismo. También se utilizaron fibras naturales, textiles suaves y detalles como plantas oscuras.
Al igual que en el rincón de lectura, en el comedor las sillas fabricadas en madera y los asientos enrejados crean una bonita combinación. La mesa principal emerge como un bloque sólido de color blanco, pero con esquinas curvas y suaves. Resalta entre los tonos suaves el jarrón amarillo mostaza como un sutil guiño cromático a los colores vibrantes.
Una cocina muy acogedora
La cocina puede separarse fácilmente del resto de los espacios gracias a las puertas correderas de cristal. Cuando se cierra, el vidrio permite que la luz natural fluya hacia las áreas interiores más profundas. De esta manera se asegura una iluminación completa de toda la vivienda, a pesar de mantener ciertos espacios cerrados.
La isla central, con su encantadora encimera blanca, aporta un toque pulcro a la estancia. Sin embargo, lo que más destaca son los armarios con puertas de madera natural. Las vetas oscuras dan un aire rústico muy sutil, pero lleno de textura y profundidad visual.
Dormitorios serenos
Avanzamos hacia la planta superior donde se distribuyen los dormitorios: una suite principal, dos habitaciones adicionales y un baño. Todas las estancias mantienen una orientación hacia el lado opuesto del bloque. Esto les permite ganar en privacidad, luz natural y vistas despejadas.
Baño con acentos verdes
En el baño se ha jugado con la paleta cromática y se han integrado ciertos acentos verdes. Un conjunto decorativo que invoca la sensación de estar en un bosque minimalista y relajante.
El verde no solo está presente en el vidrio esmerilado, también se ha utilizado para revestir las paredes de la ducha. Los azulejos, en un tono salvia muy suave, estilizan el espacio vertical del baño y generan un ambiente tranquilizador. Resalta la hornacina hecha a medida para añadir funcionalidad al lugar y colocar los artículos personales al momento de ducharse.
Esta propuesta ofrece un hogar moderno, diseñado con gran atención al detalle. Las transiciones suaves entre las distintas estancias y las líneas orgánicas dan como resultado una casa funcional para el día a día, pero sobre todo serena. Además del buen uso de colores y materiales, la luz natural jugó un papel fundamental para crear este ambiente tan confortable y equilibrado.