El hecho de estar encerrada dos meses durante la pandemia en un piso de Barcelona hizo que la interiorista África Lao se replantease su vida a nivel personal y profesional. "Me hizo entender que las personas fuimos creadas para estar en el medio natural y decidí restaurar un antiguo pajar de 60 m2 útiles y seis metros de altura del siglo XVII en el Baix Empordà para vivir de manera autosuficiente energéticamente y empleando materiales sostenibles", explica. Se ha dividido la distribución en dos zonas de 30 metros cada una. La que alberga el salón-cocina, "totalmente exterior con orientación sur", y otra con dos pequeñas aberturas al este y al norte donde se han ubicado el dormitorio, el baño, un vestidor y almacenaje.
"El concepto ha sido mantener todos los elementos originales, las paredes de piedra natural de un metro de grosor, construidas con las piedras de rieras de la zona, refrescando los rejuntados de mortero de arena local y cal para asegurar la impermeabilidad. La cubierta se ha reconstruido exactamente igual como se hizo: vigas de castaño de aquí solamente quitándoles la corteza, baldosas manuales antiguas, dos capas de cuatro centímetros de corcho natural, otra de compresión de mortero de cal , lámina transpirable y teja antigua manual de arcilla. La intención ha sido que tanto la cubierta y las paredes como el suelo no dejen pasar ni el agua ni la humedad pero que fuesen transpirables para no generar ni condensación ni humedad en el interior", enumera, y añade que antes de empezar el proyecto se hizo un estudio geopático para no situar las actividades importantes en zonas conflictivas que puedan ocasionar algún problema. Con esa misma atención, la carpintería es de pino erosionado y con un acabado mineral para no desentonar con lo existente.
La casa es autosuficiente energéticamente gracias a placas solares, caldera de pellets y a una estufa de leña interior. Un pozo cubre todas las necesidades de agua. África, hija de Joan Lao y directora del estudio de este, ha mamado la simplicidad desde la cuna y lo aplica en su trabajo y en su vida. "Austeridad material es igual a riqueza espiritual, o el arte de no tener para tenerlo todo. En mi opinión, el exceso de elementos o de espacio resta libertad".
En consecuencia, haamueblado con lo imprescindible, la mayoría diseño de su progenitor, y decorado con las pinturas de su madre, Adalina Coromines. La reducción se ha llevado hasta la calefacción, por suelo radiante "para no generar elementos externos". "En estos momentos más que nunca es cuando los diseñadores y medios de comunicación debemos mostrar a la sociedad que hay otras formas de vivir, mucho más saludables, éticas y sostenibles, saliendo de los circuitos convencionales". En ello estamos.