A Jeremy Bull, fundador del estudio Alexander & Co, con sede en Sídney, le gusta que sus espacios respiren un aire artesano. "Combinar materiales de un modo que refleje el trabajo manual es realmente fascinante. A veces ves proyectos comerciales y todo tiene un aire plastificado, automatizado. Están hechos para que lo usen las personas, pero no tienes la sensación de que lo hayan hecho seres humanos", comenta.
Desde luego, la Pacific House, ubicada en la misma metrópoli australiana, no tiene para nada el aspecto de ser uno de esos encargos que se resuelven con conceptos y soluciones manidas, como a piñón fijo. Solo hace falta fijarse en detalles como el suelo de la cocina, las jambas que enmarcan los pasos entre los espacios de día y el trabajo con la madera para comprobarlo.