¿Quién no quiere vivir en un apartamento con una distribución que pone el foco en la comodidad y que, además, cuenta con una importante presencia de luz natural? Este piso en Gotemburgo (Suecia), ubicado en un edificio de 1934, tiene precisamente estas cualidades. Por eso, es un lugar tan agradable para vivir.
En sus 36 m2 encontramos una cocina comedor con suficiente espacio como para cocinar y comer de forma confortable, y también un salón en el que se ha integrado el dormitorio. Así, los espacios resultan más espaciosos y, además, con la complicidad de la luz natural.
Las calles llenas de restaurantes y cafés no son un inconveniente para disfrutar de un ambiente tranquilo y relajado. Es entrar por la puerta de este piso y olvidarse del bullicio.