El diseño nórdico NO está pasado de moda: 5 mitos que el interiorista Alberto Torres desmiente

Conocido como nórdico también, el estilo escandinavo es una de las tendencias más fuertes en decoración de los últimos años, gracias a su elegancia, simplicidad y naturalidad. Conocido por su minimalismo, funcionalidad y uso de materiales naturales, ha sido una de las tendencias dominantes en el mundo del interiorismo durante la última década.

Sin embargo, con la aparición de nuevas tendencias más eclécticas, muchos se preguntan si este estilo que ha causado furor en los últimos años ya está en declive. El interiorista Alberto Torres  demuestra que no:

Mito 1: El diseño nórdico está pasado de moda

Uno de los mitos más comunes sobre el diseño nórdico es que ha llegado a su fin y que está siendo reemplazado por nuevas tendencias. Sin embargo, no está caduco, sino que ha evolucionado y se ha adaptado a las necesidades y gustos actuales. Así lo corrobora Torres: "El diseño nórdico inspira espacios acogedores, que nos invitan a vivirlos de manera plena. No es solo una cuestión de estética, es un estilo que, en esencia, busca hacernos sentir bien en nuestros hogares. Y, aunque algunos puedan pensar que está pasado de moda en España sigue teniendo una fuerza importante, aunque adaptado a nuevas sensibilidades y necesidades", apunta.

Lo que sí ha cambiado con el paso del tiempo es la forma en que este estilo decorativo se implementa. Su paleta de colores neutros y la sencillez de líneas en las piezas de mobiliario propias de este estilo, siguen siendo populares, pero en los últimos tiempos se ha popularizado fusionarlo con otras tendencias que dan como resultado espacios más eclécticos y dinámicos.

 

Un dormitorio de estilo escandinavo

Mito 2: El diseño nórdico es frío e impersonal

Por su querencia por los tonos blancos y grises, hay quien tilda al diseño nórdico de frío e impersonal. Pero los diseñadores de interiores han aprendido a contrarrestar esta percepción utilizando materiales como la madera, el lino y los tejidos naturales, que aportan calidez. Así lo confirma Torres: "El diseño nórdico es mucho más que un estilo decorativo de líneas limpias y colores claros. Es funcionalidad y calidez. Es un estilo que parte de la premisa de que los hogares deben ser espacios vividos, cómodos y equilibrados. Lo vemos en los pequeños detalles como textiles suaves, como el lino o la lana, en alfombras que añaden textura, en lámparas de luz cálida que crean ambientes acogedores y piezas decorativas que cuentan historias".

La clave para acertar reside en cómo combinar los diferentes elementos. Los suelos de madera clara, los muebles sencillos y las lámparas de diseño minimalista siguen siendo característicos del estilo, pero se complementan con textiles acogedores, como mantas, alfombras y cojines en tonos más cálidos o con sutiles patrones.

 

Estilo nórdico, también en la cocina

Gracias a esta mezcla se consiguen crear ambientes más acogedores, sin sacrificar la estética de simplicidad y orden inherentes a este estilo. "Como interiorista, integro este enfoque en algunos de mis proyectos porque sé que funciona. La decoración nórdica tiene la capacidad de adaptarse a distintos espacios y estilos de vida. Pero lo más importante es que, lejos de ser fría o impersonal, crea una conexión emocional", asegura el experto.

Y si hay un elemento que define el diseño nórdico y contribuye a dar calidez, es el uso de la madera. "Pero no cualquiera", apunta Torres. "Hablamos de maderas claras, como el abedul, el pino o el fresno, que no solo aportan luminosidad, sino también un vínculo directo con la naturaleza. En España, esta conexión resulta particularmente interesante porque se complementa con maderas más cálidas como el roble o incluso el nogal, adaptando el estilo escandinavo a nuestro clima y nuestras preferencias".

 

La madera es un elemento imprescindible de la decoración nórdica

Según el interiorista, una mesa de comedor de madera maciza, por ejemplo, no es solo un mueble; "es el corazón de muchos hogares. En los proyectos que diseño, me gusta incorporar estas piezas porque son funcionales y, además, su belleza es atemporal. Además, la madera es un material que envejece bien, adquiriendo carácter con el paso del tiempo, lo que refuerza la idea de que los espacios evolucionan con nosotros".

Mito 3: El diseño nórdico es demasiado rígido 

Aunque puede parecer muy rígido, la realidad es que el estilo escandinavo favorece la personalización. En lugar de imponer una estética estricta, se enfoca en la funcionalidad, el predominio por la luz natural y el bienestar. Cada espacio se adapta a las necesidades de quienes lo habitan.

El uso de muebles modulares y piezas de diseño funcionales permite una gran flexibilidad, mientras que los toques personales, como el arte local, los recuerdos familiares o las plantas de interior, ayudan a dotar a los espacios de carácter y calidez. La clave está en equilibrar la simplicidad con la creatividad. Como asegura Torres, el diseño nórdico ha encontrado una forma de reinterpretarse. "Aquí, donde el Mediterráneo nos marca con su luz y su calidez, el nórdico adquiere matices nuevos: suelos de barro cocido, cestos de fibras naturales y textiles que combinan el algodón con el lino. Una fusión que consigue crear espacios llenos de alma que son, al mismo tiempo, funcionales. En los proyectos que realizamos desde el estudio, los clientes no suelen buscar la reproducción del estilo nórdico puro, sino que nos piden incorporarlo para adaptarlo a su día a día. Y eso me parece fascinante. ¿Por qué elegir entre estilos cuando puedes tomar lo mejor de cada uno?".

 

Combinación de materiales en el salón de estilo nórdico

Mito 4. El diseño nórdico es siempre minimalista

El interiorista desmonta esta falsa creencia. "Si bien ambos estilos comparten cierta sobriedad, el nórdico no busca eliminar elementos sino enriquecer. La clave es añadir capas mediante cojines en tonos suaves, mantas de lana tejida, jarrones de cerámica y pequeñas piezas que aportan vida", asegura.

Comedor de estilo nórdico.

Mito 5. El diseño nórdico solo utiliza tonos claros

"Aunque los blancos, grises y beige son los que más predominan, hoy vemos una evolución hacia paletas más profundas con verdes musgo, azules petróleo e incluso terracotas. Esto responde a una necesidad de mayor personalidad y diversidad cromática, sin perder la esencia natural y calmada del estilo", dice Torres.

El interiorista sentencia que este estilo no va a desaparecer: "El diseño nórdico no está pasado de moda porque no es una moda. Es un estilo que se ha ganado su lugar por su capacidad de evolucionar y adaptarse. Más que seguir tendencias, responde a necesidades como hogares funcionales, que nos conecten con la naturaleza y que, sobre todo, nos hagan sentir bien. En nuestro día a día en el estudio seguimos integrando este estilo en muchos proyectos porque, al final, lo que buscamos todos es lo mismo: espacios que hablen de nosotros, que sean cómodos y que nos den ganas de quedarnos. Y el nórdico, con su calidez y su versatilidad, sigue siendo una de las mejores formas de conseguirlo".