Con forma de tubo: alargada, estrecha, con mucho pasillo y habitaciones cerradas con poca luz natural. Así era este apartamento ubicado en un piso estándar de los años 80 en el barrio del Eixample, en Barcelona, hasta que desde el estudio Forma realizaron esta impresionante reforma que transforma por completo los espacios y logra una vivienda con mucho encanto y carisma. Para lograrlo, realizaron cinco grandes aberturas en los largos tabiques de la vivienda, "para así fusionar los espacios y conseguir de esta manera que apareciesen visuales en diagonal", nos explican desde el estudio. "Las diagonales en una vivienda generan una mayor sensación de espacialidad: porque son más largas que la vista frontal y porque cruzan varias estancias y atmósferas enriqueciendo lo que ves", anotan.
Unos sistemas de puertas correderas o plegables se insertan en los huecos abiertos actuando como una membrana, permitiendo confinar estancias o generar un espacio amplio dependiendo de las necesidades de privacidad. "Cuando los sistemas móviles están abiertos, el piso se convierte en un espacio abierto y flexible dejando pasar iluminación natural a la zona central, donde antes no tenía", explican. Con un estilo atemporal y minimalista, la vivienda se ha transformado en un espacio muy acogedor. Al confort contribuyen también los materiales, especialmente la madera. Y al dinamismo, los colores, en concreto, "el color verde que, además de combinar a la perfección con la madera y el metal, aporta alegría y frescura al piso", señalan desde Forma.