Antes de que el estudio Ábaton –formado por los arquitectos Camino Alonso, Ignacio Lechón y Carlos Alonso– transformara la antigua vivienda, la luz y la vegetación campaban en el exterior, sin posibilidades de penetrar en el interior como lo hacen ahora. La parcela era preciosa, con un valioso arbolado y una ubicación excelente, pero la casa carecía de luz y de espacios con calidad arquitectónica, por lo que los arquitectos tuvieron que trabajar para generarlos. Mantuvieron los módulos este y oeste de la estructura y demolieron la parte central, generando así los volúmenes que necesitaban para el salón, el comedor y la cocina, en la planta baja, y el dormitorio principal, en la planta alta. Los arquitectos destacan que la estructura se realizó con un sistema llamado LVL, un sistema de madera laminada que se ha desarrollado a solicitud de la industria de la construcción. El LVL está diseñado para ser más fuerte que el acero, pero más ligero que el hormigón y, a la vez, muy adaptable y duradero.
Otra de las intervenciones más significadas fue crear un patio central ajardinado en torno al cual ahora se estructuran los usos principales de la casa, conduciendo la luz natural hacia el centro. Además del aporte lumínico, este patio mejora la eficiencia energética ya que permite su apertura durante las noches de verano sin comprometer la seguridad, refrescando toda la casa de forma natural. Otro de los objetivos fue conseguir eliminar las fronteras entre el interior y el exterior.
Buscaron la manera de que sus habitantes tuvieran la sensación de que el jardín se metía dentro de la casa para conseguir una vinculación constante con la naturaleza. Para ello, se remató el perímetro con grandes ventanas correderas que desaparecen por completo e introducen las vistas del jardín. Se cuidó mucho el paisajismo, con el fin de disfrutar de multitud de variedades vegetales, que van cambiando de color con el paso de las estaciones. Con la distribución, el reto era favorecer el lado práctico de la vida diaria; para ello vincularon los diferentes espacios, lo que permite que los miembros de la familia puedan estar siempre en contacto entre sí. El resultado del trabajo de Ábaton es una casa acogedora que refleja los gustos y las aficiones de los propietarios.