Ingenioso, moderno, funcional y muy cálido. Con estilo, mucha personalidad y siguiendo las premisas del estilo nórdico se han decorado los interiores de esta mini casa de 28 metros cuadrados. El resultado es un espacio acogedor y armónico que cuenta una historia personal y presume de hechuras en la decoración. En sus pequeñas dimensiones conviven con armonía una zona de estar, cocina y dormitorio. ¿Las claves? La luz y la versatilidad de los muebles y colores muy bien elegidos, unos conceptos que definen la merecida fama de la filosofía escandinava en interiorismo y que se materializan en este coqueto apartamento que hemos encontrado en la ciudad de Estocolmo.