Probablemente es la tendencia decorativa que más adeptos ha conseguido en los últimos años. No es casualidad, el estilo nórdico transmite sencillez y armonía y lo hace gracias al uso de superficies de líneas puras, materiales nobles y elementos clásicos del diseño. En el estilo escandinavo la paleta de colores está muy definida, encabezada por los colores blancos, grises, beiges y tonos apagados, y matizada por unos contrastes suaves.
Para decorar tu salón siguiendo este estilo, huye de materiales ostentosos y apuesta por piezas de madera. No importa la ciudad en la que estés, el estilo nórdico es universal y puede funcionar en cualquier latitud del mapa. Para prueba, toma ideas de estos salones de ciudades tan dispares como São Paulo o Tokio, en los que arquitectos e interioristas han decorado según esta corriente. Siguiendo su ejemplo conseguirás que tu salón quede de revista.