Celosías de madera y hormigón como protagonistas de una villa que redefine el diseño minimalista y modular

Vistas al Mediterráneo

Cada villa consta de 1.800 m2 de terreno con jardín y piscina, orientada a un campo de golf y las vistas del Mediterráneo, y su diseño modular permite una total personalización en tamaño y distribución acorde con las necesidades del cliente.

En la foto, el acceso a la casa  con la rampa que baja al garaje.

Zonas de día diáfanas

Esta tiene en concreto algo más de 665 m2 de superficie distribuidos en dos plantas, más 420 de espacios exteriores. En el nivel superior, que es por donde se accede desde la calle, se encuentra la zona de día diáfana que engloba el salón principal, el comedor y la cocina, más la suite principal, mientras que en el nivel inferior, generado por la pendiente de la parcela, se ubican otros tres dormitorios en suite, un segundo salón, el gimnasio con sauna y el garaje.

En la foto, el salón principal de la planta superior, sofá Extrasoft, de Piero Lissoni para Living Divani; butaca pp129, de Hans J. Wegner para PP Møbler; mesas Mexique, de Charlotte Perriand para Cassina, y alfombra, de Soumak, todo en Naharro, igual que todo el mobiliario de la casa. La manta de cachemir, de Matarranz, y cerámica y cojín, de Tristán Domecq Casa. A la izquierda, altavoz Beolab 50, de Bang & Olufsen, en Global TV.

Conexión entre interior y exterior

El lenguaje arquitectónico remite inconfundiblemente al estilo de Marcio Kogan: esencialismo en las formas y en la materialidad –con el hormigón y las celosías de madera de Accoya como protagonistas–, y máxima conexión entre interior y exterior.

En la foto: el salón principal, comedor y cocina comparten espacio. Junto al sofá, lámpara Gravity, de Space Copenhagen para Gubi, y cojín de lino marrón, de Zara Home.

Madera y hormigón

En el mismo espacio de la foto anterior, junto a la butaca pp129, mesa auxiliar Tore, de David Thulstrup para e15, con escultura de terracota de Oikos para Llopmadrid. Sobre la chimenea, cuadro de José María Yturralde.

Espacios flexibles

Sobre su diseño minimalista y modular, el arquitecto añade que “amo la simplicidad, y aquí he querido expresarla con proporciones alargadas y soluciones volumétricas sencillas y fáciles de entender. Los espacios deben ser lo suficientemente flexibles para acomodar los cambios constantes de estilos de vida. Después de todo, la arquitectura y el interiorismo son solo la base; lo que les da alma es quien los habita, incorporando su vida, sus objetos personales y sus historias”.

En la foto, el segundo salón del nivel inferior, sofá Rod, de Piero Lissoni para Living Divani, con cojines de cuadros, de Tristán Domecq Casa; butacas CH25, de Hans J. Wegner para Carl Hansen & Søn, con manta, de Matarranz; mesa Superquadra, de Marcio Kogan/MK27 para Minotti, con escultura Libros XI, de Ana Sánchez, en Galería Isolina Arbulu, como la fotografía de Angélica Arbulu. Lámpara Atollo, de Vico Magistretti para Oluce.

Dormitorio de gran diseño

Como es habitual en los proyectos de Caledonian, Villas Cortesin persigue el bajo consumo, con sistemas de geotermia y solar fotovoltaico y domótica para optimizar el consumo energético. Para Enrique López Granados, CEO de la promotora, “Marcio Kogan es el mejor arquitecto del mundo haciendo casas. Sus diseños son de una pureza excepcional a la vez que totalmente intemporales. Por eso Finca Cortesin es un proyecto que no tiene rival en la Costa del Sol. Cualquiera que lo conozca lo sabe”.

En la foto, la suite principal, cama, de Hästens, con colcha, de Matarranz; lámpara de suspensión Grasshöppa, de Greta M. Grossman para Gubi; banco Civil, de Cassina; sofá Ghost con cojines, de Zara Home, y mesita Gray, de Paola Navone para Gervasoni; butaca Blava, de Ritzwell, y alfombra, de La Alpujarreña.