Si de algo puede presumir este apartamento en pleno barrio del Eixample, Barcelona, es de ricos detalles que elevan su historia y la traen al presente con todo su brillo gracias a la reforma llevada a cabo por el estudio Raúl Sánchez Architects. El espacioso y alargado piso, de 170 metros cuadrados, está ubicado en una finca noble de finales del siglo XIX. Sus elementos originales han sido la base que ha marcado la renovación, en la que lo contemporáneo dialoga con su riqueza histórica.
Una fachada de madera de nogal y mucha baldosa hidráulica
Con fachada a la calle Girona y a un patio de manzana típico el Ensanche barcelonés, la vivienda cuenta con iluminación adicional a través de un coqueto patio interior con carpinterías de madera y vidrios tintado. "Precisamente esta condición pasante del apartamento es la que dictaminó su transformación y reforma: un largo frente de madera de nogal, oscura y elegante, con el poro abierto, parte desde el salón junto a la calle Girona, y recorre toda la longitud del piso, 21 metros, hasta llegar a la galería que da salida al patio interior de manzana", explican desde el estudio.
Otro de los elementos que dan carácter a la vivienda es la baldosa hidráulica recuperada en diferentes áreas de la casa: desde el salón hasta el hall y marcando el camino al comedor. El resto del suelo se ha revestido con microcemento. Mientras, "distintas piezas de mobiliario integrado, diseñadas todas exprofeso, usan unos tonos de color alejados intencionadamente de los colores de los mosaicos o de la madera, añadiendo contrapuntos de color a un interior mayormente sosegado", comentan en Raúl Sánchez.