Repasamos las mejores casas y pisos modernos de 2020 made in Spain

Simplicidad formal en Menorca

Enclavada en un idílico paraje natural de la isla de Menorca, la arquitecta y diseñadora gráfica Marina Senabre ha proyectado esta vivienda unifamiliar, de esencia tradicional y estilo minimalista. La construcción se estructura a partir de dos volúmenes blancos provistos de grandes aberturas. Ambas conforman un proyecto que juega con la dualidad de tradición y vanguardia, a partir de elementos y técnicas artesanales que conviven con una estética y una disposición espacial propias del siglo XXI. La dos estructuras encaladas, una frente a otra, establecen un diálogo pausado en cuyo interior se impone la sencillez formal, la proporción y el equilibrio geométrico a partir de un interiorismo minimalista.

Terrazas infinitas en la bahía de Palma

Arquitectura al servicio del paisaje. Ese sería el lema de esta vivienda que se ubica ante la bahía de. Para su autor, el arquitecto Osvaldo Luppi, la calma, la contundencia y la elegancia definen tanto el entorno dibujado por la bahía de Palma de Mallorca, el mar y la sierra de Tramontana como la vivienda que ha diseñado. La casa, clavada sobre la roca a modo de mirador de manera contundente, despliega espacios funcionales y luminosos, con una muy elaborada fluidez entre los amplios interiores y la esplendidez del paisaje. Un escenario ideal para el concepto de interiorismo de Terraza Balear, cuyo objetivo es crear entornos acogedores donde la arquitectura y el mobiliario fluyan juntos y se conecten con el estilo de vida mediterráneo. La sofisticación contemporánea y la calidad del diseño italiano se congregan en este majestuoso escenario, ante la soberanía del paisaje balear.

Con vistas al mar en Alicante

Belén Domecq firma el interiorismo del edificio Alicante, erigido en 1975 en la ciudad homónima por el arquitecto García Solera, primera figura del llamado “racionalismo alicantino”. Para vestir el proyecto ha apostado por un catálogo escueto de materiales: piedra turca y madera de iroco con el añadido de vidrio reflectante en las mamparas y la moqueta en las habitaciones, a fin de generar una diferenciación de usos entre el día y la noche. Una armonía “racionalista” sella el proyecto de transformación de los interiores a través de una gama cromática sobria (grises claros y oscuros, blancos y castaños), frugalidad en los materiales y la regeneración de la luz que inunda ahora el espacio.

Estética industrial en Barcelona

Casa Burés, el edificio del Eixample barcelonés construido entre 1900 y 1905 por el arquitecto catalán Francesc Berenguer i Mestres, quien fuera uno de los colaboradores más cercanos de Antoni Gaudí, inaugura una nueva etapa después de una rehabilitación de tres años. El proyecto de interiorismo, a cargo del estudio Vilablanch y TDB Arquitectura, ha ideado 26 viviendas de tipologías distintas que preservan y conservan el rico patrimonio original de la edificación. Así lo ejemplifica uno de los lofts de la planta baja, donde se ha recuperado la estética industrial original de la edificación y se plasma en detalles como la estructura de pilares de hierro y los antiguos muros de ladrillo al descubierto.

Nobleza de materiales en Mallorca

En la isla de Mallorca, se encuentra esta casa de 450 metros cuadrados sobre una parcela de 2.000 metros cuadrados diseñada por Jorge Bibiloni Studio y LMPV tiene las habitaciones quedan en la planta inferior y las comunes están ubicadas en la superior para disfrutar mejor de las vistas. El uso del mármol travertino y de la madera de roble en suelos, baños y cocina, así como del iroco en los volúmenes alistonados que ocultan los ventanales, crea un interiorismo coherente y refinado que es el contrapunto a la espléndida panorámica que la casa depara desde su terraza.

Abierta al Mediterráneo

Grandes ventanales de esta vivienda vacacional muestran encuadres de las arenas soleadas y los infinitos azules que adquiere el mar de Menorca. El pintor paisajístico que parece haber ideado estas vistas se recrea enfocando, desde el dormitorio, en diagonal, un pino mediterráneo que, desde el baño, es captado en línea recta con la bañera. Firmada por Ábaton, esta casa manifiesta una perfecta sintonía entre la arquitectura y el paisaje, así como entre las formas y los materiales. La orografía escarpada de la isla determina, en parte, la figura arquitectónica de esta casa de tres plantas que habita una familia con tres hijos. El acabado exterior se inspira en los antiguos trabajos a la cal propios de la isla y los muros de mampostería de piedra buscan asemejarse a las típicas terrazas agrícolas. En el interior, el revestimiento continuo en tonos tierra de los solados crea una sensación de fluida sencillez, además de proporcionar funcionalidad en espacios muy transitados durante el verano. El amueblamiento corrió a cargo de la interiorista Laura Muñoz.

49 m2 luminosos

El estudio Insayn Design Society, con sede en Barcelona, firma la reforma realizada en este apartamento de 49 metros cuadrados de superficie en el que se ha buscado optimizar la luz natural a lo largo del día y en promover el concepto abierto dentro del mismo espacio para dar mayor sensación de amplitud. Situado en el barrio de El Raval, tenía una distribución muy limitada  y su propietario, un joven dinámico y aventurero, quería tener la mayor cantidad posible de luz natural y mantener el antiguo suelo de cerámica. Para ello se tiraron tabiques y se planteó una nueva distribución más diáfana donde la geometría y el color se han convertido en elementos esenciales del proyecto.

Vitalidad en Madrid

En pleno barrio madrileño de Malasaña , se encuentra esta vivienda de 124 metros cuadrados de superficie que Gonzalo Pardo, de Gon Architect, y Ana Torres han rediseñado. La vivienda contaba originalmente con una sucesión de habitaciones aisladas, de distintos tamaños, conectadas por un largo pasillo y los responsables del proyecto la han desdibujado por completo, vaciando toda la casa, tirando abajo tabiques y organizando el espacio doméstico como un ambiente diáfano, con una fuerte optimización de la luz natural.

El espacio doméstico se ha unificado y replanteado como una sucesión de estancias y zonas conectadas entre sí, de generosas dimensiones y con soluciones versátiles y flexibles que se adaptan a las necesidades de cada momento. Así, gracias al empleo de cerramientos correderos, se divide la zona social de la más privada, donde están el dormitorio principal y el cuarto de baño. 

Modular y abierta en Valencia

El estudio multidisciplinar londinense Space Popular firma esta singular casa el barrio de Nueva Santa Bárbara, a las afueras de Valencia, en colaboración con el Estudio Alberto Burgos y Javier Cortina Maruenda. La vivienda, asentada en un terreno inclinado, está ideada como un prototipo para la futura construcción de residencias suburbanas. Se buscaba una casa diferente pero que cumpliera las expectativas habituales de una unifamiliar de tamaño medio. Para ello, se han fusionado técnicas tradicionales con soluciones de vanguardia para dar como respuesta a esta vivienda de 235 m2, organizada en base a una retícula tridimensional verde que soporta bóvedas tabicadas de carga y fachada ligera, y que permite replicarse a partir de los mismos principios pero con configuraciones diferentes.

Esencia tradicional mallorquina

El estudio Minimal Studio firma la reforma de esta vivienda unifamiliar en la localidad mallorquina de Pollença, al norte de la isla. Como punto de partida del reacondicionamiento se buscó ampliar y maximizar los espacios sin perder su esencia tradicional. Para ello, se ha reconducido la laberíntica estructura original, se han tirado tabiques y se ha dado paso a espacios más diáfanos que apuestan por la funcionalidad a partir de una ambientación cálida y acogedora.

Materiales como la piedra, la madera y el acero corten se suceden a lo largo de todo el proyecto en una fusión de estilos que aúna la herencia tradicional con una estética vanguardista . Además, se ha potenciado el diálogo entre interior y exterior, fomentando la entrada de luz natural a través de aperturas en fachada tanto en la parte frontal de la casa como en la trasera, que comunica con un amplio jardín con piscina.

Piedra, hormigón y aires 'vintage'

El interiorista holandés Ron Brutus de Gaper y su mujer Itziar son los dueños de esta vivienda en el Ampurdán ideada por el arquitecto Jaco Woltjer. A menos de mil metros de la costa y con vistas a los Pirineos, esta casa de fin de semana ha sido concebida volcándose ampliamente al exterior, con enormes ventanas que son, en realidad, puertas normalmente abiertas al jardín. La piedra pulida de L’Escala sostiene un espíritu doméstico animado con noble frescura por sofás de bambú, mesas de mimbre, alfombras iraníes y marroquíes, un tapiz de lana, jarrones de porcelana y cerámica, lámparas con pantallas anaranjadas, el retrato de un joven africano, dos sublimes cabezas de cera art déco sobre una mesa italiana de los años ochenta…Todo piezas de diversa procedencia que conviven en armonía.

Un impecable ático en Barcelona

Matic&Garau firma esta casa unifamiliar situada en el casco antiguo del barrio barcelonés de Sarrià. La vivienda, de 200 metros cuadrados, cuenta con una terraza de 80 metros cuadrados, en la que el estudio también ha desplegado todo su talento. El proyecto cumple con la estética urbana del casco antiguo y la combina con una estética más actual. En esta vivienda se combina con maestría el hormigón, la madera de roble y el color blanco. El patio es una prolongación del salón y funciona como zona de día los meses de primavera y verano. La casa, hecha a medida y llena de espacios funcionales, está coronada por una terraza con cómodos sofás y piscina.

Alma artesanal en Sabadell

Al diseñar la distribución de este piso en Sabadell, Laiaubia Studio tenía claro que quería evitar el pasillo. El resultado es una luminosa vivienda de 75 metros cuadrados donde todo es espacio útil. La casa se ubica en una finca emblemática del centro de Sabadell y tras la reforma se ha incorporado la luz natural, así como un espíritu natural que se manifiesta en todos los rincones. Las paredes blancas dialogan con un suelo de parqué en madera natural, creando una agradable atmósfera. La zona central está formada por el salón, el comedor y la cocina, un espacio de 50 m2 en el que la familia pasa la mayor parte del tiempo. 

Armonía de materiales y texturas en San Sebastián

La tonalidad beige, la cerámica y el mármol son el foco en el que el arquitecto Lorenzo Corti ha querido centrarse para su propia casa en San Sebastián. Y lo ha hecho con un estilo minimalista cálido de influencias italianas. En el piso construido en los años 30 se ha creado una gran área uniendo cocina y salón comedor, tirando todos los antiguos tabiques, pero dejando expuestas las vigas de hormigón. Estas dan un aire informal y de imperfección a los espacios, dominados por paredes blancas con suelo de microcemento.