Amplitud y luminosidad son los adjetivos que acuden a la mente al observar la transformación de esta histórica casa en el encantador barrio de Paddington, un agradable suburbio de calles tranquilas, parques y casas en hilera con jardín cercano a Sídney. Por fuera, su fachada victoriana de 1870 se ha mantenido intacta, pero por dentro la intervención ha sido relevante, eliminando el carácter laberíntico original para dar lugar a una distribución más fluida y acorde con el gusto actual.
La obra ha sido fruto de la colaboración entre Luigi Rosselli Architects y el estudio de interiorismo Handelsmann+Khaw, que a pesar de su admiración mutua nunca habían trabajado juntos antes. De sus cuatro plantas, sin duda la estrella es el atrio central, con un enorme lucernario, que por su escala transmite la sensación de estar en una galería de arte. Con acierto, se ha incluido una selección de llamativo mobiliario escultórico de grandes diseñadores de los años sesenta que crea un diálogo dinámico y aporta el contraste necesario con la caja blanca pensada por Roselli.
"Diseñamos para el cliente y no para nosotras mismas. Y en este caso, la clienta nos pidió una paleta de colores suaves y femeninos porque es una amante del arte pop. Queríamos crear un diálogo entre los tonos de las paredes de arenisca y los detalles típicos victorianos, desde el papel pintado a las chimeneas originales de la casa, añadiendo formas curvilíneas en las piezas del salón, como el sofá o las mesas-taburete de India Mahdavi", explica Tania Handelsmann, que fundó su estudio junto a Gillian Khaw en 2016.
De las paredes blancas y los suelos de piedra natural y madera pasaron a tonos pastel en zonas más concretas como la cocina, bañada de color gracias al brillo de los azulejos o a la textura del mármol. Se siguió el mismo patrón en los dormitorios y el baño, donde los verdes y los rosas podían destacar sin distraer la atención de la mezcla entre la arquitectura de época y la contemporánea. Recorriendo la terraza que rodea toda la fachada, con una intrincada barandilla que va hasta la parte trasera, encontramos el jardín y la piscina, un pequeño vergel con mobiliario de formas orgánicas, hecho para el disfrute y el descanso. Todo en esta casa es dulce y suave, preparado una buena vida.