Irene García y Daniel Lozano son los directores de este proyecto que se inició en 2013, cuando aún eran estudiantes de arquitectura. Desde el primer momento, coincidieron en que buscaban crear un diseño simple, elegante y minimalista, lleno de espacios que transmitieran serenidad y funcionalidad.
"Buscamos resaltar la belleza inherente en la simplicidad, conectando con las necesidades más profundas de aquellos que habitarán nuestros espacios", comentan los arquitectos. Y de esa idea original surgió Casa EÑE, un modelo de elegancia y sencillez a las afueras de la capital.