Que nuestras casas y edificios consuman menos implica, entre otras cosas, mejorar su confort y ahorrar dinero, pero también, y sobre todo, un compromiso responsable con la sostenibilidad. En cualquier caso, no todas las rehabilitaciones pueden catalogarse como eficientes y sostenibles y ambos términos se usan a menudo con ligereza. El arquitecto Gerard Ribot, fundador junto con Núria Vílchez del estudio Next Arquitectura, asegura que ven "mucho greenwashing en la construcción y en la promoción inmobiliaria".
Con proyectos en proceso de construcción, como el edificio de viviendas Emili Roca o Telers (en la foto), diseñado con un enfoque integral de eficiencia energética, Next demuestra su experiencia y compromiso con la construcción sostenible. El edificio, que incorpora sistemas de aerotermia y suelo radiante combinados con fachadas ventiladas con lana de roca y fachadas SATE con aislamiento continuo exterior de poliestireno expandido (EPS), busca "minimizar puentes térmicos y garantizar un aislamiento continuo en toda la envolvente del edificio", dice Ribot. Con esta carta de presentación, les hemos pedido que desmonten ideas preconcebidas respecto a todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad a la hora de proyectar viviendas y que expliquen las ventajas fundamentales de diseñar viviendas pasivas.
Mito: la construcción sostenible encarece un proyecto
Uno de los mitos más extendidos en torno al concepto de sostenibilidad es que encarece los proyectos. Desde Next puntualizan esta idea. "El diseño sostenible, como el aprovechamiento de la luz natural o el uso de materiales locales, puede mantener los costos bajo control en un proyecto de construcción nueva. En todo caso, las técnicas avanzadas o los sistemas de ingeniería más complejos sí implican una mayor inversión inicial". En el estudio son de la opinión de que, a largo plazo, los usuarios no solo perciben el ahorro en consumo energético, sino que también valoran el confort térmico y lumínico.
Verdad: la domótica es un gran aliado de la sostenibilidad
Los arquitectos aseguran que la domótica es una aliada imprescindible. La automatización permite gestionar mejor los recursos de un edificio: desde el control de la temperatura hasta la optimización del consumo eléctrico, mejorando la eficiencia energética y haciendo más fácil y confortable la vida de quienes usan el edificio. Por ejemplo, la empresa alemana Gira cuenta con unas persianas enrollables, que se pueden controlar de manera inteligente, "que mejoran el aislamiento térmico de la vivienda hasta en un 45 %". Cuando se trata de edificios antiguos, reequipar la vivienda con sistemas modernos de persianas supone reducir el consumo y, en consecuencia, la factura eléctrica.
Mito: cualquier solución funciona para reducir el consumo energético de un edificio
¿Se pueden aplicar las mismas soluciones en cualquier edificio para tacharlo de sostenible? La respuesta es no. Un proyecto sostenible requiere de soluciones a la medida. En Next opinan que no existe una única definición de sostenibilidad. "Cada proyecto tiene prioridades diferentes. En algunos es fundamental reducir el consumo energético; en otros, optimizar los aislamientos o diseñar espacios que aprovechen al máximo la luz natural. Un proyecto sostenible requiere de un diseño que reduzca al mínimo el consumo energético y que esté adaptado al clima del lugar". Ribot explica que aspectos como "la orientación, los aleros y la posición de los ventanales son fundamentales para controlar la incidencia solar y garantizar el confort térmico".
Verdad: en la construcción hay mucho greenwashing. Hay que apostar por soluciones duraderas
"La palabra sostenibilidad está de moda, pero se usa con demasiada ligereza. Todo el mundo quiere ser 'eco' o 'green' –continúa Ribot, pero la realidad es que no todos cumplen con lo que significa ser sostenible". Desde Next tienen claro que la palabra sostenibilidad a la hora de proyectar viviendas "implica diseñar edificios que consuman poca energía, aprovechar materiales de proximidad y garantizar que las soluciones técnicas sean duraderas y responsables con el medioambiente". En su caso, apuestan por estándares internacionales como Passivhaus. "El diseño Passivhaus nos obliga a crear edificios muy herméticos, con una orientación óptima y ventanales que minimicen la incidencia del sol directo. Esto no solo reduce el consumo energético, sino que mejora significativamente el confort interior".
Mito: queda poco por avanzar en el tema de la arquitectura sostenible
Todo lo contrario. Desde Next creen que el futuro de la arquitectura sostenible estará marcado por normativas más estrictas y avances tecnológicos. "En los próximos 20 años veremos un gran cambio en materiales y sistemas constructivos. Las placas fotovoltaicas se convertirán en la norma, y la reutilización de agua será una prioridad debido a la disminución de las precipitaciones. Además, el aislamiento térmico continuará evolucionando, mejorando aún más la eficiencia energética de los edificios". En todo caso, desde el estudio no son ajenos a que las normativas actuales presentan desafíos. "Sería importante premiar diseños que integren medidas sostenibles como la reutilización de aguas grises o soluciones bioclimáticas", concluye Ribot.