La pureza del blanco sumada a la luz y la brisa marina del Mediterráneo dan como resultado las pautas que definen a este proyecto a cargo del estudio de arquitectura y diseño Carles Faus Arquitectura. Situada en la ciudad costera de Dénia, Alicante, la vivienda unifamiliar consta de una superficie de 190 m2 que se organiza en dos plantas y se abre hacia una relajante espacio exterior presidido por una piscina. A la hora de concebir el proyecto, el arquitecto valenciano Carles Faus toma como referencia el estilo de casa de campo ibicenca para dar forma a una vivienda de líneas simples, claras, de luz controlada y eminentemente blanca.
Es precisamente la luz que incide sobre la zona de Les Marines de Dénia la que baña los diferentes ambientes de la casa y perfila la distribución de la misma en función de la trayectoria de los rayos solares a lo largo del día. En este sentido, la luz comienza en la cocina, donde se desayuna por la mañana, se extiende por los espacios sociales durante toda la tarde y termina, por la noche, junto a las habitaciones del último piso. De este modo, la propia distribución de los espacios interiores de la casa relata una historia que tiene como hilo conductor los hábitos diarios de sus propietarios.
El acceso a la vivienda se encuentra en un lateral de la fachada y se acompaña de una gran abertura con vistas hacia la piscina, en el primer plano, y hacia el castillo de Dénia a lo lejos, precedido de un porche cubierto. La zona de día se organiza alrededor de un espacio central y diáfano a doble altura donde se emplazan la cocina abierta con isla, el comedor y la sala de estar. A su alrededor, se organizan el resto de estancias. Sobre un plano muy discreto, en una esquina de la planta, se emplaza el núcleo de comunicación vertical que conduce hacia la primera planta donde se ubican el resto de dormitorios con baño propio, uno de ellos con terraza privada que asoma a la zona de la piscina.
Con el blanco como color imperante, la vivienda se viste con un mobiliario de madera en acabado natural que imprime calidez y textura al conjunto. Todo ello salpicado de cactus verdes que dotan a los interiores de frescura y armonizan con el entorno natural exterior.