"Si hay que diseñar para la gente, es imprescindible observarla, comprenderla y simpatizar con ella", decía Richard Neutra. Este año se cumplen 50 años de la muerte del arquitecto que definió la nueva arquitectura de Los Ángeles, haciéndola extensible a todo el mundo.
Neutra coincidió, en su temprana juventud, con la etapa madura de Freud. Del maestro del psicoanálisis aprendió a poner las necesidades individuales y sociales de las personas en el centro de su trabajo. Recogió sus ideas sobre la relación entre arquitectura y organismo humano en el libro Realismo biológico, de 1958.
Aunque la mejor manera de comprender a este genio es a través de su colección de casas. Viviendas imprescindibles en las que incorporó el hormigón armado a modo de esqueleto, diseñó plantas abiertas para poder circular libremente y cambió la opacidad de las paredes por grandes ventanales para disfrutar de la vida exterior, también desde dentro.