"Uno tiene que amar a Scarpa, por muchas razones diferentes", comenta Koronis. "Por su personalidad carismática, su estética formal y materialidad única que contrastaba con el postmodernismo temprano artificial y ruidoso de sus contemporáneos", continúa.
"Si uno considera su obra más famosa, el cementerio de Brion, es fácil comprender su adoración por la obra de Frank Lloyd Wright, Josef Albers, Joseff Hoffmann, y su fascinación por los patrones geométricos elementales y a veces repetitivos", describe.
Es precisamente el foco de Scarpa en los materiales, y cómo estos se relacionan con las formas que crean, así como el ritmo elegante de su trabajo lo que atrae a Koronis.
Y una clara atención a las relaciones bellamente elaboradas entre los volúmenes negativos y positivos.